sábado, 27 de septiembre de 2008

MISION DESDE LA JUSTICIA

Revisando la Misión desde la Perspectiva de la Justicia.
Lucas 18: 9-14


Este texto bíblico del evangelio de Lucas nos ayuda a preguntarnos que tipo de iglesia somos y que tipo de cristianos estamos formando en sus relaciones con otros miembros de la comunidad donde vivimos.

1. El texto bíblico es una parábola que está dirigida a “algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás”.

El contexto anterior es la parábola de un juez que no temía Dios ni respetaba a los hombres pero ante la insistencia de una viuda le hace justicia para no ser molestado mas por esta mujer. En los versículos 7 y 8 Jesús muestra la importancia de la parábola Preguntando a sus discípulos: Y Dios ¿No hará Justicia a sus elegidos si claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? La respuesta de Jesús es: “Les digo que inmediatamente les hará justicia”. Y el contexto posterior es el relato de los niños que deseaban que Jesús les diera la bendición y sus discípulos se lo impiden por lo cual Jesús les dice que el reino de es de los que son como niños.

Manteniendo en nuestra mente el contexto veamos que la parábola sucede en el templo donde dos hombres entran a orar. Los protagonistas de la parábola son un fariseo y un recaudador de impuestos, el lugar es de gran importancia para los judíos por ser donde pueden obtener la purificación y redención de los pecados.

La influencia y atracción del templo para los judíos se extendía incluso más allá de las fronteras de Palestina, como lo mostraba claramente la obligación del pago del impuesto al templo por parte de los judíos que no vivían en Palestina. Pagar ese impuesto se había convertido en tiempos de Jesús en un acto de devoción hacia el templo, porque éste hacía posible que los judíos mantuviesen una relación saludable con Dios.

En tiempos de Jesús, el cobro de impuestos no lo hacían los romanos directamente, sino indirectamente, adjudicando puestos de cobro a los mejores postores, que solían ser gente de las élites urbanas o aristocracia judías. Estas élites, sin embargo, no hacían el cobro ellos mismos, sino que, a su vez, subcontrataban a gente sencilla, que recibía a cambio un salario de subsistencia que los obligaba a practicar sistemáticamente el pillaje y la extorsión de los campesinos.

Debido a esto, el pueblo tenía hacia estos cobradores de impuestos la más fuerte hostilidad, por ser colaboracionistas con el poder romano. La población los odiaba y los consideraba ladrones. Tan desprestigiados estaban que se pensaba que ni siquiera podían obtener el arrepentimiento de sus pecados, pues para ello tendrían que restituir todos los bienes extorsionados, más una quinta parte, tarea prácticamente imposible al trabajar siempre con público diferente.

Esto muestra las razones por las cuales el recaudador de la parábola era un blanco fácil de los ataques del fariseo, pues era pobre, socialmente vulnerable, virtualmente sin pudor y sin honor, o lo que es igual, un paria considerado extorsionador y estafador.

En su oración, el fariseo aparece centrado en sí mismo, en lo que hace. Sabe lo que no es: ladrón, injusto o adúltero; ni tampoco como ese recaudador, pero no sabe quién es en realidad. La parábola lo llevará a reconocer quién es, precisamente no por lo que hace (ayunar, dar el diezmo), sino por lo que deja de hacer (relacionarse bien con los demás).

El fariseo además ayuna dos veces por semana y paga el diezmo de todo lo que gana. Hace incluso más de lo que está mandado en la Torá. Pero su oración no es tan inocente. Lo que parecen tres clases diferentes de pecadores a las que él alude (ladrón, injusto, pecador) se puede entender como tres modos de describir no solo al recaudador si no a un grupo social mas amplio.

El recaudador, sin embargo, reconoce con gestos y palabras que es pecador y en esto consiste su oración. El mensaje de la parábola es sorprendente, pues subvierte el orden establecido por el sistema religioso judío y nos hace revisar nuestro modelo de ser iglesia, de relacionarnos con otros, con Dios y de hacer misión.

2. Jesús nos invita a ser una iglesia inclusiva que ama a los que nuestra sociedad considera menos personas o como dice el fariseo “el resto”.

Los judíos habían creado un sistema religiosa excluyente que tenia en el templo su centro de justificación. El Fariseo lo expresa diciendo: “Oh Dios te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres, ladrones, injustos adúlteros, o como ese recaudador de impuestos”. En otras fuentes encontramos que los judíos también daban gracias Dios por no haber nacido mujer, por lo cual no las contaban a ellas ni a los niños.

El sistema religioso de los judíos era muy exigente en el cumplimento de la ley, en la participación de los ritos en el templo, en el cumplimiento de la oración y el ayuno y en dar los diezmos u ofrendas.

Por esta razón el judío de la parábola represente a este sistema religioso injusto y excluyente que Jesús está cuestionando y subvirtiendo. La parábola no solo nos habla de dos hombres, uno que se auto justifica y otro que se considera pecador. Para entender lo que Jesús está enseñando hay que mirar la parábola en su contexto anterior y posterior.

Una mujer viuda excluida del sistema religioso por los judíos que con su insistencia es capaz de lograr que un juez injusto le haga justicia y unos niños a los cuales se les esta impidiendo que reciban la bendición de Jesús y no contados por los judíos son el modelo para entrar al reino de Dios.

En medio de este contexto está nuestra parábola y ahí el publicano no es solo un hombre pecador, él hace parte de un grupo social excluido de seres humanos como las mujeres y los niños que son considerados menos que otros, “el resto” de los seres humanos. Jesús nos muestra la realidad de lo que Dios quiere. Jesús presenta como modelo de persona que ora y de búsqueda de justicia la insistencia de la mujer viuda, absuelve al pecador y nos dice que para entrar al reino debemos ser como niños.

Jesús desea que nuestras iglesias sean espacios donde haya miembros como la mujer viuda que dedican su vida a la oración y a la busca justicia ante los jueces malos garantizando que de esta manera nuestras oraciones serán contestadas, Jesús desea que no hagamos divisiones entre nosotros y el resto, nos dice que el perdona y justifica a los que nuestro sistema religioso y nuestro mundo condenan y nos invita a disfrutar del cuidado amoroso de Dios y de la alegría de los niños para vivir la esperanza de reino de Dios.

Les invito a reafirmar su compromiso para que sigan siendo una iglesia fuerte que incluye y desarrolla ministerios para consolar y proteger los derechos de quienes son excluidos y que se haga justicia a todas aquellas personas que esta sociedad rechaza por considerarlos como otros, el resto, extranjeros, ilegales, pecadores y otras tanta categorías que nos inventamos para poner berreras entre nosotros como seres humanos y con Dios.

Milton Mejía

domingo, 21 de septiembre de 2008

DIOS ES COMO UNA MUJER AMOROSA

DIOS ES COMO UNA MUJER Y UNA MADRE AMOROSA.

En el capitulo 3 de Éxodo Dios se le presenta a Moisés en una zarza ardiendo y cuando Moisés le pregunta el nombre, Dios se presenta únicamente como: “Yo soy quien soy” o solamente “yo soy me envió a ustedes”.

Mas adelante Dios se presenta como el Dios de los padres y en la Biblia encontramos una lista larga de padres y madres que conforman la historia del pueblo de Dios a los cuales Dios acompaño: El Dios de Abraham, de Isaac, de Moisés, de Sara, de Agar, etc.

En la biblia encontramos que a nuestro Dios rechaza que lo identifiquen con un nombre y también que lo identificaran con una imagen, por eso uno de los mandamientos dice que no debemos hacer imágenes o tener ídolos de Dios ni adorarlas y menos servirle.

La razón es tan sencilla como profunda. Hacernos una imagen o ponerlo un nombre a Dios es pretender definirlo, limitarlo o intentar controlarlo con una imagen humana. Por eso los judíos no mencionaban el nombre de Dios ni tenían imágenes que lo representaban.

De Dios por la tanto solo podemos hablar a partir de la experiencia de la fe personal y comunitaria como su pueblo y por eso solo podemos decir que Dios es como un pastor, como un padre, como un rey y en este sentido en la Biblia hay muchas imágenes de Dios de acuerdo a como personas y comunidades de fe lo experimentaron.

Por la tradición patriarcal en que hemos vivido se han resaltado mas las imágenes de Dios como hombre, rey, guerrero pero si leemos la Biblia con cuidado nos vamos a dar cuenta que de Dios también se habla como si fuera una mujer o una madre amorosa.

Hoy encontramos muchos estudios de la Biblia que nos muestran a Dios como mujer amorosa, sabia y líder en su comunidad. Estos estudios nos ayudan a entender y nos hacen un llamado a todos y todas para que no pretendamos encajar o limitar a Dios en una imagen masculina.

Comparto a continuación dos de las imágenes de Dios en la biblia que no son masculinas

DIOS AMAMANTA Y CUIDA A SU PUEBLO COMO UNA MADRE AMOROSA.
Leer Isaías 66: 12-13.

En Isaías 66: 12-13 la Biblia dice que Dios amamanta, carga y mima a su pueblo como una madre amorosa cuida y protege a sus hijos. También resalta estas palabras: “como aquel a quien consuela su madre así los consolare a ustedes”. Este texto nos muestra que Dios se manifiesta como una madre.

Esta imagen es un llamado a apreciar la presencia de Dios como madre y también a valorar el trabajo de todas las mujeres madres que con gran esfuerzo aman, cuidan, protegen y se preocupa por dar de comer a sus hijos y nos invita a entender que Dios no es solo como un padre sino también como madre amorosa con nosotros su pueblo.

Por eso hoy damos gracias a Dios ya que a través del amor y el cuidado de nuestras madres podemos experimentar y conocer el amor y el cuidado de Dios.


DIOS ES COMO UNA MUJER VIRTUOSA Y SABIA.
Leer Proverbios 31: 10-31.

Esta imagen de Dios esta presente en la tradición o teología sapiencial de Israel y se muestra en el libro de Proverbios 31:10-31. En este texto la imagen de Dios como mujer incluye la acción en la familia, en los negocios y en toda la sociedad con una preocupación especial por los menesterosos y pobres.

Este texto recupera la historia y la costumbre que en algún momento fue ocultada por la tradición patriarcal en Israel donde la mujer y la madre eran símbolo de la vida y fuente de la sabiduría que provenía de Dios y por lo tanto tenía un liderazgo en las mismas condiciones que los hombres.

Por esta razón hoy tenemos el desafío de romper los esquemas tradicionales de ver y nombrar a Dios. Hoy podemos entender que Dios se ha manifestado en la historia y lo continúa haciendo a través de hombres y mujeres para que juntos podamos dar testimonio y busquemos hacer realidad la esperanza de vida en abundancia que anuncio Jesús para nuestra familia y para toda la sociedad.

CONCLUSION

Hermanos y hermanas para concluir juntemos y levantemos nuestras manos como señal que juntos como hombres y mujeres somos imágenes de Dios y fuentes de vida para mostrar que nuestro Dios está presente en cada hombre, en cada mujer y en cada ser humano. Dios no se deja limitar y actúa en toda su creación a través de cada ser humano que decide por fe vivir la experiencia de Dios.

Milton Mejía.

martes, 16 de septiembre de 2008

A 10 años de la hermandad entre los Presbiterios de la Costa y Miami

A 10 años de la hermandad entre los Presbiterios de la Costa y Miami

APRENDIZAJES Y DESAFIOS DESDE LA INVITACION DE DALLAS[1]

La invitación de Dallas a expandir el compañerismo/hermandad (Partership) en la Misión de Dios aprobada por la 218th Asamblea General de la PC (USA) realizada en San José, nos ayuda a valorar y proponer desafíos de la experiencia que hemos vivido entre presbiterios, agencias de la asamblea general, lideres de la PC (USA) y la IPC en los últimos 15 años.

Esta experiencia se refiere a las relaciones que se han construido entre los Presbiterios Miami, Winnebago, Tres Ríos, el Programa de Acompañamiento donde están involucradas Misiones Globales, el Programa de Hacedores de Paz y PPF, las Comunidades en Solidaridad con Latino América (CSLA) donde participan el Presbiterio de Chicago y CRLN en Estados Unidos. En Colombia han participado los Presbiterios de la Costa, Uraba, Central, la Universidad Reformada, organizaciones ecuménicas, de desplazados y de derechos humanos con los cuales la IPC tiene relaciones de cooperación.

Al realizar una reflexión sobre esta experiencia es importante que intentemos encontrar los aprendizajes y desafíos para continuar fortaleciendo las nuevas relaciones de misión que se han venido construyendo entre la PC (USA) con iglesia hermanas en el mundo las cuales se están visionando como nuevos modelos de colaboración en la misión en la invitación de Dallas a expandir el compañerismo en la misión de Dios.

De acuerdo con el objetivo de esta reflexión creo que es importante resaltar que la invitación de Dallas empieza reconociendo que el mundo ha cambiado y uno de estos cambios es que la mayoría de los cristianos del mundo están hoy en Latino América, África y Asia.

Creo que uno de los aprendizajes que hemos logrado es darnos cuenta que este cambio no es solo ser mayoría cristiana en Latino América, África y Asia. Hoy en estas regiones del mundo se está renovando o podríamos decir también está sucediendo lo que nosotros llamamos el proceso permanente de reforma de la iglesia o “Iglesia reformada siempre reformándose”.

En estas regiones han surgido nuevas formas de ser iglesias, de leer la Biblia, de hacer teología, de celebrar la liturgia y formas de relacionarnos con el mundo con fuertes raíces en la tradición cristiana, en sus culturas y en un compromiso para hacer posible un mundo más justo. Muchos cristianos de países como Estados Unidos que han vivido experiencias como la de Colombia han expresado que sus vidas han sido cambiadas y hoy están tratando de fortalecer su compromiso de fe en los Estados Unidos desde una nueva perspectiva.

Creo que esta realidad es la base para que la invitación de Dallas afirme: “nosotros necesitamos escuchar y aprender a recibir. Nosotros debemos también estar abiertos a nuevos modelos de colaboración. Esos nuevos moldeos incluyen nueva cooperación y compañerismo/hermandad dentro de la PC (USA)”.

Aprender a escuchar, a recibir y estar abiertos a nuevos modelos de colaboración en la misión es fundamental y para que esto sea posible debemos ponernos en manos del Espíritu de Dios para que nos guie en este proceso que requiere paciencia, fe, esperanza y reconocernos como parte del cuerpo de Cristo en el mundo que tiene el compromiso ser señal de la presencia de Dios principalmente entre quienes sufren pobreza, violencia y no pueden disfrutar de las bendiciones de Dios.

Afirmar esto es uno de los aprendizajes que hemos tenido en el proceso de participar e intentar aportar en el desarrollo de las relaciones entre la IPC y la PC (USA) donde además podemos resaltar:

Podemos afirmar que el actual proceso se inicio hace mas de 10 años cuando un grupo de líderes del Presbiterio Miami animados por Misión Global de la PC (USA) decidió vencer el miedo de viajar a Colombia e inicio relaciones y una hermandad con el Presbiterio de la Costa de la IPC.

Esta hermandad se constituyo sobre la base del compartir la forma como los dos presbiterios realizaban la misión en sus respectivos contextos, aprender y ayudarse mutuamente en una diversidad de relaciones que incluían entre otros los siguientes aspectos:

a). hermandades entre iglesias locales lo cual permitió que congregaciones se pusieran de acuerdo para orar unidos en determinados tiempos, celebrar juntas y compartir la proclamación de la palabra en el culto dominical a través de internet, visitas de intercambio de los miembros de las iglesias y apoyo a personas con necesidades.

b) apoyarse mutuamente en ministerios para que estos incluyeran una perspectiva de búsqueda de justicia lo cual permitió que el Presbiterio de la Costa apoyara el Presbiterio Miami en cómo desarrollar un ministerio con inmigrantes y el Presbiterio Miami promoviera la primera declaración de la Asamblea de la PC (USA) sobre la situación de violencia en Colombia y dedicara personas para unirse al acompañamiento que el Presbiterio de la Costa hacia a comunidades desplazadas.

c) el compartir de jóvenes que se dio por medio de grupos del Presbiterio Miami que viajaron a Colombia a convivir con jóvenes del Presbiterio de la Costa y jóvenes del Presbiterio de la Costa que venían a participar en el campamento de Kirmont durante el verano lo que permitió la formación y el construir relaciones que hoy creemos van mas allá que la misma hermandad.

d) el Presbiterio de la Costa aprendió y puso en práctica aspectos de la forma como estaba organizado el Presbiterio Miami y el Presbiterio Miami aprendió de los procesos de participación que vivió en el Presbiterio de la Costa para fermentar el involucramiento de los miembros de las iglesias en los programas del presbiterio desde una perspectiva de la vocación y el compromiso de fe.

La hermandad entre el Presbiterio Miami y el de la Costa y cumple durante el 2008 su decimo aniversario y ambos presbiterios están planeando extenderla de manera formal por más tiempo pero más que una acuerdo formal ambos presbiterios pueden afirmar lo que dice la declaración de Dallas:

“Nosotros reconocemos y afirmamos el incremento de la oportunidad de misión intercultural en nuestra creciente sociedad pluralista y multicultural, y recibimos la comunidad mundial de cerca y lejos como compañeros y compañeras en misión y los regalos de Dios para nosotros. Nosotros buscamos una mayor integración entre la misión local y global”.

Hoy estos regalos de Dios se han extendido otros presbiterios, iglesias locales y agencias de la PC (USA), a todos los presbiterios de la IPC y a muchas comunidades desplazadas en Colombia. Quienes hemos participado en visitas a congregaciones y comunidades en Colombia y Estados Unidos, en el programa de acompañamiento, en hacer incidencia por la víctimas de la violencia hemos recibido estos regalos y vivido la experiencia que es posible construir colaboración en la misión global como compañeros/compañeras sintiéndonos parte de iglesias locales que articuladas en redes de misión podemos ser señal de esperanza para quienes sufren pobreza y violencia.

Para que estos regalos abunden y los compartamos con otras personas tenemos el desafío de afirmar estas experiencias como semillas de nuevos modelos de colaboración en la misión. Y para que estas semillas germinen y se transforme en un gran árbol necesitamos fortalecer el intercambio de miembros de nuestras iglesias en espacios de trabajo eclesiales y comunitario donde aprendamos unos de otros y demos testimonio conjunto de servicio a quienes sufren pobreza y violencia. Estos intercambios deben tener como soporte la experiencia que hemos realizado y fijarles propósitos que nos permitan sistematizar el perfil de los nuevos modelos de colaboración en la misión que está surgiendo de estos procesos.

Milton Mejía
Pastor Iglesia Presbiteriana de Colombia
Estudiante de Maestría en McCormick
Chicago. 09.15.08

[1] Una invitación a expandir el compañerismo en la misión de Dios. Escrita en la consulta realizada en Dallas y aprobada por la 218th Asamblea de la PC USA. La versión en ingles se puede encontrar en: http://www.pcusa.org/calltomission/pdf/invitation.pdf

lunes, 8 de septiembre de 2008

CRISIS ALIMENTARIA, CONFLICTO ARMADA Y TRATADO DE LIBRE COMERCIO EN COLOMBIA

Crisis Alimentaría, Conflicto Armado y Tratado de Libre Comercio en Colombia

Los colombianos vivimos en un país que tiene muchos recursos para producir alimentos. Contamos con abundante agua, la posibilidad de tener toda clase cultivos y una diversidad de animales que son fuente de nuestra alimentación pero nos empieza a preocupar la escasez y el incremento los precios de los productos básicos de la comida diaria.

Esta preocupación se incrementa con la información de la crisis alimentaría que ha empezado a vivir el mundo por la forma como escasean y se incrementa el costo de alimentos básicos que eleva el riesgo para que millones de personas continúen muriendo de hambre.

El incremento de los precios de la comida en el mundo es el resultado de políticas económicas que transforman en lucro el comercio de alimentos y el proceso agroalimentario en un negocio rentable. Hoy mediante la mecanización y la alta tecnología se puede producir mucho con menos tierra, la cría de animales se ha modificado debido a los estímulos de crecimiento, inseminación artificial y clonación.[i]

Los países ricos subsidian las cosechas, la producción de lecha y carne de sus empresarios del campo para que ellos las puedan colocar a mejor precio en el mercado mundial. Con esto perjudican a los campesinos de los países pobres que no reciben subsidios y cuya principal riqueza y comercio es la producción de los productos agrícolas y de carne.

En los países pobres las tierras de los campesinos donde ellos sembraban para el consumo básico se convierten en grandes extensiones de mono cultivos para la producción de bio combustibles. Estas tierras terminan estériles pero se aseguran reservas de energía especialmente para los países y sectores ricos que están buscando alternativas ante el alto costo y la escasez del petróleo

Leonardo Boff explica que estas políticas económicas generan la existencia de “una verdadera guerra comercial alrededor de los alimentos”.[ii] En el caso de Colombia esta guerra comercial por el control de los alimentos y de las tierras para producir bio combustibles se ha ocultado con el conflicto armado y en la lucha contra el narcotráfico.

Este conflicto y la lucha contra el cultivo de la coca en Colombia ha producido entre 1985 y el 2005, 3.6 millones de desplazados forzados, de los cuales 2.9 se produjeron en la ultima década.[iii] Hoy tenemos más de 4 millones de personas desplazadas que ubican a Colombia en el segundo país con mayor desplazamiento interno en el mundo.

El desplazamiento forzado ha sido una estrategia para controlar territorios y para implementar en ellos proyectos agroindustriales como el cultivo de palma aceitera para producir combustibles alternativos (bio disel y etanol) que se venderán a los países con los cuales Colombia ha firmado tratados de libre comercio. El desplazamiento se realiza por medio de amenazas, asesinatos selectivos de líderes, masacres colectivas, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, persecución política y con las fumigaciones aéreas con herbicida a las zonas donde hay cultivos ilegales para producir droga.

El desplazamiento ha sido como una “contrarreforma agraria” para tomar las tierras de los sectores más pobres de la población. “Los estimados de cuanta tierra fue arrebatada a través de la violencia se extienden entre 2 millones a cerca de 7 millones de hectáreas. Un estudio realizado por la Conferencia Episcopal de Colombia, Secretariado Nacional de Pastoral Social y la Universidad de los Andes, estimó que las tierras tomadas por los paramilitares de la población internamente desplazada supera dos veces la cantidad de tierra dada por el instituto de la Reforma Agraria entre los años 1993 y 2002.”[iv]

Mientras los campesinos, indígenas y afro colombianos son desplazados de sus tierras el gobierno tiene planes de sembrar 6 millones de hectáreas de palma aceitera con la cual Colombia se convertirá en un país productor de bio disel para el comercio internacional. A la vez el gobierno presenta leyes al congreso para privatizar los recursos naturales y las tierras donde estaban viviendo los desplazados.

Las campesinos, indígenas y afro colombianos se resisten a ser despojados de sus tierras para que estas se conviertan en fuente de alimento para los vehiculo y en los últimos años vienen construyendo experiencias que buscan asegurar la seguridad alimentaría desde una perspectiva que proteja el medio ambiente y se garantice comida sin químicos y a bajos precios para sus comunidades.

Hay muchas experiencias en Colombia que nos muestran la forma como las comunidades se organizan para resistirse a ser desplazadas, proteger sus cultivos y garantizar su seguridad alimentaría. Compartiré las siguientes experiencias que nos ayudan a entender como las iglesias podemos apoyar a estas comunidades:

La “Asociación de Mujeres Afro Descendientes por la Vida” (AMAV) está formada por 1.000 mujeres en cinco corregimientos ubicados a orillas del rió Tapaje en el Charco, Nariño. Estas mujeres están organizadas para mantener su cultura tradicional y proteger sus cosechas de las fumigaciones aéreas con herbicidas que el ejercitó hace contra los cultivos de coca.

Las mujeres cuentan que las fumigaciones dañan sus cultivos y quedan sin alimentos para el consumo diario. El agua para el consumo se contamina, la gente se enferma del estomago y de infecciones en la piel. Quienes mas sufren son los niños con diarreas, vómitos, pierden el apetito, les aparecen manchas y rasquiñas en la piel, se ponen muy delgados y hay casos de niños que han muerto en estas condiciones.

Ante los daños que producen las fumigaciones las mujeres trabajan en pequeñas huertas caseras para mantener y proteger semillas tradicionales, sus cultivos y animales. Al inicio había mucho temor pero a medida que se han organizado el grupo ha crecido y se han creado nuevas huertas en otros municipios. En esta experiencia participan mujeres de la Iglesia Alianza Cristiana y han sido apoyadas por Church World Service.

Otra experiencia es la de 100 familias de campesinos y afro colombianos que decidieron retornar a sus tierras de donde fueron desplazados en Curvarado en Uraba. En estas tierras hay cerca de 50 mil hectáreas que hoy están sembradas de palma aceitera. Para que la siembre de palma fuera posible los habitantes de esta región sufrieron 15 desplazamientos los cuales fueron forzados con amenazas, asesinatos colectivos, bloqueos económicos, destrucción de vivienda y acusaciones de ser de la guerrilla.

Hoy con el apoyo organizaciones internacionales de acompañamiento y de la Comisión Inter eclesial de Justicia y Paz estas familias continúan siendo amenazadas pero se mantienen en sus tierras y han empezado a tumbar la palma que fue sembrada por empresarios que cuentan con el apoyo del gobierno. Estas familias también han diversificado el cultivo de productos agrícolas y la cría de animales para su alimentación desde una perspectiva ecológicamente sustentable.

También en la costa caribe colombiana la Iglesia Presbiteriana está acompañando a 40 familias desplazadas que están solicitando que el gobierno les asigne la tierra donde están ubicados de manera provisional para ampliar la siembra de maíz, yuca, fríjol y hortalizas que les permita incrementar la cosecha para el consumo y para el comercio en la región. Este grupo de desplazados y las organizaciones que los acompañan constantemente reciben amenazas y el gobierno no ha querido asignarle las tierras pero ellos se mantienen en su lucha por tener tierra donde puedan cultivar y garantizar la seguridad de su alimentación.

Las iglesias tenemos el desafió de fortalecer el apoyo a estas y otras experiencias comunitarias que están luchan por recuperar sus tierras, proteger sus cultivos y producir abundantes alimentos sin químicos y a bajos precios. Junto con esto tenemos el desafió de oponernos a las políticas económicas y a negocios que generan violencia contra las comunidades y el medio ambiente. En este sentido damos gracias a Dios que la PC (USA) aprobó en su 218th. Asamblea General pedir que paren las fumigaciones aéreas en Colombia y que el Congreso de Estados Unidos no ratifique el Tratado de Libre Comercio con Colombia.[v]

De esta manera apoyando y acompañando las experiencias de comunidades locales y a la vez rechazando políticas económicas y negocios globales que generan violencia podemos aprender juntos que es posible como iglesias y organizaciones cristianas aportar en la construcción de alternativas de una vida mas justa donde se respete la dignidad de los seres humanos y juntos cuidemos la creación de Dios.


Milton Mejía


[i] Boff Leonardo. Hambre: Los alimentos como negocio. Signos de Vida. No. 48, Junio 2008. 26-27.
[ii] Ibid 27
[iii] Haugaarad Lisa. Añorando el Hogar. Devolución de la tierra a la población internamente desplazada en Colombia. Washington: LAWGEF septiembre 2006. 1.
[iv] Ibid 2.
[v] http://www.ga2008.com/index.php?option=com_content&task=view&id=286