miércoles, 30 de diciembre de 2009

2009: Regreso a nuestra tierra, esperanzas e incertidumbre

El 2009 fue un año de transición, esperanzas e incertidumbre. Desde que finalizó el 2008 e inició el 2009 empezamos a planear el regreso a nuestra tierra después de estar fuera de ella cerca de tres años. Este regreso se dio en un contexto de mucha esperanza por lo que estaba sucediendo en Estados Unidos que podría producir cambios hacia la implementación de una política de más exigencias por el respeto a los derechos humanos en Colombia. Un presidente demócrata y negro había ganado las elecciones en los Estados Unidos con un discurso y con promesas que no seguiría la política guerrerista y de violación de los derechos humanos de antiguo presidente de este país.

La posesión de Obama generó muchas esperanzas tanto en ciudadanos de Estados Unidos como en Latinoamérica que podría haber cambios en las políticas y en las formas tradicionales de relaciones con los países de esta región. Como colombiano estaba entre esos que teníamos la esperanza que el nuevo presidente podría ser más exigente con el respeto a los derechos humanos al gobierno de mi país y promovería salidas diferentes a las militares para superar el conflicto armado y al problema del narcotráfico.

Esta esperanza se vio afectada al conocer que el nuevo gobierno de Estados Unidos certificó al gobierno colombiano diciendo que había mejorado en el respeto a los derechos humanos a pesar que se hizo público que miembros del ejército colombiano venían realizando ejecuciones extrajudiciales y se incrementó el escándalo por la forma como el DAS(organismo de inteligencia que depende directamente del presidente de Colombia) venía haciendo interceptaciones a los teléfonos a líderes de la oposición y a defensores de los derechos humanos. Sin embargo el golpe más fuerte a esta esperanza fue el anuncio y la firma entre los dos gobiernos de un acuerdo donde el ejército estadunidense podría usar 7 bases militares colombianas para combatir el terrorismo y al narcotráfico.

Este acuerdo del nuevo gobierno de Estados Unidos con el cuestionado gobierno de Álvaro Uribe ha causado preocupación y ha recibido rechazo de varios países en Latinoamérica. También está generado una nueva y renovada ola sentimientos anti Estados Unidos en la región. En Colombia logró que las guerrillas de la FARC y el ELN anunciaran un acuerdo para luchar juntas contra la presencia del ejército de los Estados Unidos en nuestro país. Estas guerrillas en los últimos tiempos habían mantenido una lucha entre ellas por el control de algunas zonas del país pero esta disputa parece que llega a su fin con el uso de bases colombianas por el ejército de Estados Unidos.

El acuerdo también generó conflictos con países vecinos, especialmente con aquellos gobiernos de izquierda quienes ven la presencia de estas bases en Colombia como una amenaza y como una forma con la cual el gobierno de Estados Unidos intenta controlar y echar atrás las políticas y las formas organizativas en la región que nos se ajustan a las orientaciones de Washington.

De esta forma las esperanzas que teníamos que habría más exigencias al respeto a los derechos humanos y se buscaría una salida no violenta al conflicto colombiano se ha visto truncada y lo que muchos vemos en estos momentos son nuevos anuncios de guerra ya que además del anuncio de las guerrillas colombianas de luchar juntas, el gobierno de Venezuela ha llamado a sus ciudadanos y al ejército a prepararse para defenderse de una agresión de Estados Unidos a través de Colombia. En estos momentos hay tensión en la frontera de Colombo-Venezolana y en cualquier momento podrían suceder incidentes que fácilmente provocarían una confrontación armada entre los dos países.

Esta situación de tensión sobre una guerra entre dos países hermanos se agrava con el incremento de las acciones de las guerrillas colombianas en los últimos meses que dan muestras que aun mantienen poder de realizar ataques que afectan la vida del país. A la violencia de la guerrilla hay que agregarles las acciones de lo que algunos llaman las nuevas bandas emergentes asociadas al narcotráfico u otros llaman los nuevos o renovados grupos paramilitares que siguen controlando zonas donde tienen influencias.

La situación de incertidumbre no será fácil de superar ante el panorama electoral que se avecina ya que hay sectores del país que siguen viendo al actual presidente como la única alternativa para lograr la derrota final de las guerrillas y parecen que harán todo lo posible para lograr una segunda reelección y dar continuidad a lo que consideran una exitosa política de seguridad democrática. Como reacción a esta posición hay sectores sociales y académicos que empiezan a develar como se ha incrementado la inseguridad en las grandes ciudades y la forma como la pobreza y la indigencia ha crecido durante el actual gobierno afectando a los ciudadano de estrato bajo y medio.

Parece que lo único que nos queda al finalizar el 2009 es la incertidumbre pero como personas de fe no podemos dejar que esta se convierta en una fuerza que nos impida ver la esperanza de mejores tiempo y de paz en nuestro país. La fe y la esperanza se sustentan en aquello que nos parece incierto o imposible y en el espíritu de Dios o lo que otras personas llaman la fuerza de la vida que resiste a la muerte. Esta fuerza produce nuevos sujetos y organizaciones sociales que son como manifestación de Jesús quien resucito cuando los poderosos cantaban victoria al verlo en la cruz y cuando muchos de sus seguidores intentaban vivir como si nunca hubieran conocido y vivido con el crucificado.

Desde esta perspectiva la esperanza se mantiene por las luchas de las fuerzas sociales que resisten al poder económico y militar que mata a los seres humanos y a la naturaleza para producir lucro para unas pocas personas. La esperanza se mantiene gracias al trabajo de las organizaciones sociales que construyen procesos comunitarios y políticos que son como semillas de una tierra nueva donde los seres humanos podemos vivir de manera digna, con vida abundante y juntos cuidamos la naturaleza.

2009: Transition, hopes and uncertainties

The year 2009 was one of transition, hopes and uncertainties for us. Starting at the end of 2008 until 2009 we began to plan for the return to our country after an absence of three years. The idea of returning presented itself to us with great hopes because what was happening in the United States could result in changes with the implementation of stricter policies regarding human rights in Colombia. A Democratic president and a black had won the election in the United States resulting in a discourse of promises which would not continue the hawkish policies and the violation of human rights of the former president of this country.

The installation of Obama generated great hopes among the citizens of the United States as well as of Latin America, hopes that there might be changes in the policies and the traditional forms of relations with the countries of this region. As a Colombian I was among those who hoped that the new president would be stricter towards the government of my country regarding human rights and that he would promote solutions other than military to overcome the armed conflict and drug traffic problem.

This hope was dashed upon hearing that the new US government had certified the Colombian government saying that the latter had improved with regard to human rights despite the fact that it was announced that members of the Colombian army continued with extrajudicial executions and that there was an increase in scandals by such organs as the DAS (intelligence organization which depends directly on the Colombian president) which continued illegal telephone tapping of leaders of the opposition and of defenders of human rights. The severest blow to this hope was the announcement and the agreement of the two governments which permitted the US army to use seven Colombian military bases to combat terrorism and drug traffic.

This agreement between the US government and the questionable government of Álvaro Uribe has caused concern and has been received with disagreement in various Latin American countries. Also, it is generating a new and renewing an old wave of anti-American sentiments in the region. In Colombia it resulted in the FARC and the ELN guerrilla groups agreeing to fight together against the presence of the US army in our country. Until recently these two groups were fighting against each other over the control of certain areas in the country, but it seems that this dispute has ended now that the US military has been given the right to use the Colombian bases.

This agreement also causes conflict with neighboring countries, especially with those of a leftist orientation. They see this as a threat and as a way for the US to return to former policies and to control organizational forms in the region which fail to accommodate themselves to Washington’s orientation.

Thus the hope we had for greater respect for human rights and an attempt to find a way out of Colombia’s conflicts sees itself truncated. And what many of us see at this moment are new announcements of war, now that the Colombian guerrillas say that they will fight together and that Venezuela has called upon its citizens and its military prepare to defend themselves against US aggression by way of Colombia. At this moment there is tension at the border between Colombia and Venezuela and at any point an incident could happen that could set off an armed confrontation between the two countries.

This tension of possible war between the two fraternal neighboring countries is aggravated by the increase of incidents in recent months, which show that the guerrillas still have the strength to carry out attacks which seriously affect life in the country. In addition to the violence of the guerrillas, we now have activities of what some call new emerging groups associated with the drug traffic or which others call new or renewed paramilitary groups which continue to control areas where they have influence.

This situation of uncertainty will not be easy to overcome, given the approaching electoral panorama; some sectors of the country see reelection of the current president as the only possible way to bring about the final crushing of the guerrillas. It appears that this sector will do everything for Uribe’s second reelection (i.e., his third term) and to ensure that he continue what they consider a successful policy of democratic security. In reaction to this position, various social and academic sectors are beginning to expose the increase in indigence, poverty, and lack of security under the present government, which affects citizens of the lower and middle classes.

It seems as though the only thing left at the end of 2009 is uncertainty. But as people of faith we cannot permit this to become a force which keeps us from seeing the hope of better times and peace for our country. Faith and hope sustain us through that which appears uncertain or impossible and in the spirit of God, or that which others call the force of life, which resists death. This force results in new individuals and social organizations which are like manifestations of Jesus, who came back to life while those in power were singing “victory” as they saw him on the cross and when many of his “followers” tried to live as though they had never known the crucified one nor lived with him.

From this perspective hope is maintained for the struggles of the social forces which resist the economical and military power that kills human beings as well as nature for the purpose of producing wealth for a few persons. Hope is maintained thanks to the work of the social organizations which construct communitary processes and policies; these are like the seeds of a new world, a world in which human beings can live in a dignified manner with abundant life, together caring for nature.

Milton Mejía

jueves, 10 de diciembre de 2009

En el Día Internacional de los Derechos Humanos

Derechos Humanos y las Buenas Nuevas de Vida y Paz


Hoy 10 de diciembre, día en el cual en el mundo se realizan miles de actividades para recordar el hito histórico de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creo que es importante hacer una breve reflexión de la relación entre los derechos humanos y el evangelio. En esta resaltare el aporte bíblico-teológico de creyentes al proyecto de esperanza para la humanidad que contiene este pacto que firmaron representantes de la comunidad internacional en las Naciones Unidas en 1948.


En esta perspectiva es bueno recordar y resaltar que en el surgimiento y la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos participaron personas creyentes de diferentes iglesias y credos religiosos. Estas personas de fe que habían experimentado los horrores de dos guerras mundiales estaban preocupadas por aportar a la humanidad una base ética y unos principios de respecto a la vida y a la dignidad del ser humano que sentaran las bases para construir un futuro de libertad, justicia y paz para todos los pueblos.


Algunos estudiosos del aporte de estas personas de fe consideran que ellas tenían en sus mentes la imagen bíblica del pacto de Dios con Noe después del diluvio. En este sentido la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que es un pacto entre las naciones, sería como el símbolo de un nuevo arco iris donde está representada la esperanza con la cual la comunidad mundial se comprometen a respetar la vida y la dignidad de todos los seres humanos y de los pueblos por el solo hecho de ser humanos sin importar su ideología, sexo, color o religión.


La proclamación de la Declaración de Derechos Humanos se constituyó de esta forma en un pacto ético de la humanidad con un mensaje de esperanza para todos los seres humanos y los pueblo en la cual se intentaba mostrar que los horrores de las guerras no se repetirían y se establecían límites para evitar que unos seres humanos negaran la dignidad a otros y tuvieran justificación para no garantizar la libertad, la justicia y la vida tanto a personas como a los pueblos del mundo.


Creo que esta imagen bíblica de pacto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos también nos ayuda con elementos para anunciar el evangelio como buena noticia de vida y paz con un contenido concreto que puede producir bienestar real a todos los seres humanos y a los pueblos. De esta forma los derechos humanos, igual que cuando surgió el evangelio se constituyen en una esperanza posible para los seres humanos a quienes les he negada la dignidad y son excluidas de la sociedad. Pero de la misma forma que el evangelio en sus orígenes produjo reacciones adversas de los poderosos, desde sus inicios los derechos humanos han sido visto como peligrosos y en muchos lugares del mundo, como en Colombia quienes los defienden son considerados subversivos o terroristas.


Incluso esta reacción hacia los derechos humanos se puede ver en líderes de iglesias que consideran que estos son un tema político que no tiene nada que ver con la fe, la pastoral y consideran a quienes intentan incluir una perspectiva de derechos humanos en la misión como muy radicales y ponen en peligro a la iglesia. Esta posición produce que las iglesias saquen el tema de los derechos humanos de sus documentos y programas oficiales y excluyan a quienes se identifican con trabajar una relación entre derechos humanos y misión de la iglesia.


Ante esta realidad como cristianos necesitamos mostrar y profundizar en el origen y la perspectiva de esperanza bíblica-teológica de los derechos humanos como realidad y proyecto para aportar en hacer posible un mundo donde haya una paz que sea fruto de la justicia y del respecto a la dignidad de todos los seres humanos y de los pueblos. Esta perspectiva de realidad y de esperanza de los derechos humanos junto al evangelio que anuncia vida abundante y paz para los seres humanos y para la creación nos permitirá trabajar por el cielo nuevo y la tierra nueva que anuncia la esperanza cristiana o por lo que otros llaman hoy uno nuevo mundo posible.


Milton Mejía
Coordinador
Observatorio Iglesia y Sociedad en Colombia

lunes, 30 de noviembre de 2009

Viviendo con la Seguridad de la Protección de Dios. Salmo 91. (English below)

Una de las preocupaciones de muchas personas y especialmente de nuestros gobiernos es como vivir protegidos de las diferentes amenazas y peligros que hoy existen en nuestro mundo.

Creo personalmente que hay muchas razones para vivir preocupados ya que si leemos o vemos las noticias nos damos cuenta que abundan amenazas de guerras, terrorismo, de enfermedades, de crisis económicas y mucha que ustedes conocen.

Nuestros gobiernos y personas muy ricas gastan mucho dinero en armas y vigilancia para tener seguridad y protección pero las preguntas son: ¿pueden las armas y la vigilancia darnos seguridad? y ¿Cómo podemos vivir con seguridad y protegidos de tantas amenazas?

Nuestra experiencia y la Biblia nos dice que las armas y la vigilancia no garantizan la seguridad y en cambio ponen en peligro nuestras vidas e incluso el mundo que Dios ha creado.

Un ejemplo de lo que comparto es la situación de Enrique Petro un campesino Colombiano que es parte de más de 15 mil personas que fueron obligados por grupos paramilitares en colaboración con el ejército colombiano a salir desplazados de sus tierras con amenazas y asesinatos.

En las tierras que eran de estos campesinos desplazados grupos económicos nacionales e internacionales con el apoyo del gobierno colombiano iniciaron el cultivo de palma para producir etanol o como llaman hoy biocombustible.

Enrique Petro nunca se resigno a perder sus tierras y logro animar a un grupo de campesinos para regresar. Como el gobierno no les garantizaba la seguridad para regresar y los grupos paramilitares los amenazaban diciendo que si regresan los mataban buscaron apoyo de organizaciones de derechos humanos y de iglesias en Colombia y en países de Europa y de Estados Unidos.

Tuve la bendición de participar en esta experiencia de retorno de los desplazados en la cual participaron cerca de 120 familias y un grupo de acompañantes de varias organizaciones de Colombia y de otros países. Durante el retorno que duro varios días una mañana me despertó un canto que decía “Sin Dios nada somos en el mundo sin Dios nada podemos hacer, ni las hojas de los arbole se mueven si no es por su poder.

El que cantaba era Enrique Petro y cuando le pregunte qué significaba para el este canto me dijo que Dios era quien lo estaba protegiendo de las amenazas y le daba seguridad para seguir adelante en sus propósito de recuperar sus tierras.

Le pregunte a Enrique si no tenía miedo y ¿cómo se sentía protegido por Dios ante el ejército y los grupos paramilitares? Y me respondió con palabras muy parecidas a las que están el salmo 91.

Estudiando este Salmo vemos a una persona que está en una situación de peligro. Podemos ver que los peligros son muchos: trampas del cazador, terror, flecha, peste, plaga y de números de mil y diez mil de cosas que le pueden hacer daño.

Pero con tantos peligros esta persona describe la protección de Dios como habitar en un lugar al cual llama abrigo del altísimo, un lugar acogedor como la sombra del todopoderoso. Llama a Dios refugio y fortaleza. La afirmación es que podemos vivir en un lugar cuya seguridad esta garantiza por el mismo Dios.

Afirma que Dios lo libera de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, cubriéndolo con sus plumas y dándole refugio en sus alas por lo cual no temerá al terror de la noche, ni a la flecha del día, ni a la plaga que destruye al medio día. Aquí el énfasis está en la protección de los peligros de la vida tanto durante la noche como durante el día.

En otras palabras hay seis imágenes de la protección de Dios: Dios es como un abrigo, sombra, refugio, fortaleza, plumas o alas, escudo y coraza que garantizan que nada nos hará daño en ningún lugar, ni en ningún tiempo.

El salmo nos muestra que hay muchos peligros y amenazas pero que Dios nos garantiza un lugar donde nosotros podemos vivir seguros si confiamos en su protección. El testimonio y la vida de Enrique Petro nos indican que esta protección de Dios sigue estando con las personas que nos atrevemos a confiar en Dios.

Hoy conocemos que las amenazas contra Enrique y contra las personas que retornaron a sus tierras continúan pero sabemos que la confianza en Dios se mantiene firme y que Dios está permitiendo que la presencia de acompañantes de organizaciones nacionales e internacionales se mantenga y se haga más fuerte para garantizar la protección de los desplazados sin ningún tipo de armas.

Dios está permitiendo que más campesinos desplazados se decidan a regresar a sus tierras y tanto en Colombia como en otros países se está despertando la conciencia que hay que apoyarlos ya que si regresan a sus tierras también se podrá detener el cultivo de la palma que está poniendo en peligro la gran biodiversidad que hay en esta región.

Hermanos y hermanas la Biblia y la experiencia de hombre y mujeres de fe que se atreven a confiar en Dios nos dice que nosotros también podemos poner nuestra confianza en Dios y debemos celebrar con alegría porque en un mundo con tantas amenazas podemos vivir con la seguridad de la protección de Dios.

Pero también nos dice que unidos con otros podemos ayudar a ser abrigo, sombra, dar refugio, acompañar a comunidades que tienen amenazadas sus vidas y dar protección con lo cual damos testimonio de nuestra fe en Dios.

Y así juntos, nosotros las iglesias, los desplazados en Colombia y ustedes podemos celebrar y dar gracias a Dios porque nosotros podemos vivir y disfrutar de la seguridad de estar habitando como en un refugio donde tenemos la protección de Dios.

Living with the Security of God's Protection, Psalms 91:1-8

One of the worries of many people and especially of our governments is how to live protected from the different threats and dangers that exist today in our world.

I personally believe that there are many reasons to live being worried. Now that we read or see the news, we realize that threats of war, terror, sickness, economical crisis, and many things you know are abundant.

Our governments and very wealthy people spend a lot of money on arms and vigilance in order to have security and protection, but the questions are: can arms and vigilance give us security? And how can we live securely and protected from so many threats?

Our experience and the Bible tell us that arms and vigilance do not guarantee security, but rather endanger our lives and the world.

An example of what I am sharing is the situation of Enrique Petro, a Colombian farmer who is a part of more than 15 thousand people who were forced by paramilitary groups in collaboration with the Colombian army to leave, displaced from their lands by threats and assassinations.

In the land that belonged to these displaced farmers, national and international economical groups with the support of the Colombian government initiated the cultivation of palms to produce fuel, or as they call it today, biodiesel.

Enrique Petro never resigned to loosing his land and he was able to encourage a group of farmers to return even though the government never guaranteed security to return and the paramilitary groups threatened them by saying that if they returned, they would kill them. They looked for help from human rights organizations and churches in Colombia and in the countries of Europe, Canada and the United States.

I had the blessing of participating in this experience of the return of the displaced in which nearly 120 families and a group of accompaniers from various organizations from Colombia and other countries. During the return, which lasted several days, one morning a song awoke me that said, “without God we are nothing in the world, without God we can do nothing, not even the leaves of the trees move if not by His power."

It was Enrique Petro who was singing, and when I asked him what this song meant to him, he told me that it was God who was protecting him from the threats and gave him security to continue ahead in his purpose of regaining his land.

I asked Enrique if he wasn't afraid and how he could feel protected by God in front of the army and the paramilitary groups. He answered me with words very similar to those in Psalm 91.

Studying Psalm 91, we can see the person who wrote it in a situation of danger. We can see that dangers are many like the traps of the hunter, terror, arrows, pest, plague and a thousand and ten others things that can do him harm.

But with many dangers this person describes the protection from God as being in the place of the highest defender, a sheltered place like an all powerful shade. He calls on God for refuge and strength. The affirmation is that we can live in a place whose security is guaranteed by God.

He affirms that God frees him from the traps of the hunter and from frightening plagues, sheltering him with His feathers and giving Him refuge with His wings from which he will not be fearful of the night, nor the arrow of the day, nor of the plague that destroys at mid-day. Here the emphasis is on the protection of the dangers of life during the night as well as the day.

In others words there are six images of the protection of God. God is like cover, shade, refuge, strength, feathers or wings, shield and armor that guarantee that nothing will harm us in any place and any time.

The Psalm 91 shows us that there are many dangers and threats; but God guarantees a place that we can live securely if we trust in His protection. The testimony and life of Enrique Petro shows us that this protection from God continues being with people who dare to trust in Him.

Today we know that the threats against Enrique and against people who return to their land continue, but we know that confidence in God remains firm, and that God is permitting that the presence of accompaniers from national and international organizations maintains and makes stronger the guarantee of protection of the displaced without any kind of arms.

God is permitting that more displaced farmers decide to return to their land as much in Colombia as in other countries. Consciousness is awakening that also there has to be support now that if they return to their land, the cultivation of palms that are putting the biodiversity of this region in danger has to be stopped.

Brothers and sisters, the Bible and the experience of men and women of faith who dare to trust in God tells us that we can also put our confidence in God, and that we should celebrate with joy because in this world with so many threats we can live with the security of the protection of God.

But it also says that united with others we can help to be shelter, shade and refuge accompanying communities that have their lives threatened and gives protection with which we give testimony to our faith in God.

And so together, we the churches, the displace people in Colombia and you can celebrate and give thanks to God because we can live and enjoy the security of living as in the shelter where we have the protection from God.

Milton Mejia.

sábado, 31 de octubre de 2009

Jesús Devuelve la Vista a quienes son Enceguesidos. Marcos 10:46-52.

Quienes analizan hoy la sociedad dicen que los medios de comunicación y las grandes campañas publicitarias tienen la capacidad de hacernos ver las cosas que a ellos les interesa y a la vez nos hacen ciegos para otras que están sucediendo en nuestra sociedad. En el tiempo de Jesús y en el que escribió Marcos no había medios de comunicación iguales a los nuestro pero si había algo que producía que los discípulos y los seguidores de Jesús fueran ciegos y no entendieran a su maestro.

En nuestro texto que muestra la forma como Jesús hace para que un ciego recupere la vista, no solo vemos el poder de Jesús para resolver un problema físico sino la tensión entre Jesús y sus seguidores, que pueden ver físicamente, pero no entienden la propuesta de Jesús y ni ven el camino de la cruz en que Jesús está. Para entender esto es importante considerar lo siguiente:
El evangelio de Marcos está divido en dos parte. Para cerrar la primera parte (8,30), Marcos registra la curación del ciego de Betsaida (8,22-26). En la segunda parte, cuando Jesús llega al fin de su caminata y se aproxima de Jerusalén, Marcos incluye la cura de otro ciego, Bartimeo. Comparando los dos episodios, percibimos que están relacionados. Al ciego de Betsaida Jesús ordena que no entre al pueblo (8,26). A Bartimeo, Jesús no le da ordenas. El propio ciego curado toma la iniciativa de seguir al Maestro (10,52), con lo que Marcos da ejemplo de cómo debe hacer quien desea hacerse discípulo de Jesús.

El ser ciego era una de las desgracias más terribles en tiempos de Jesús, pues se le excluía de la comunidad de Israel. El invidente estaba marcado por las condenas de la sociedad que lo consideraba pecador, y por tanto, ay de aquel que “comiera o bebiera con él”, porque era reo del mismo delito. El ciego, pues, vivía en la más terrible de las soledades, sin derechos sociales ni religiosos.

Bartimeo, el hijo de Timeo, era uno de estos desdichados. No había espacio para él dentro de los históricos muros de la ciudad de Jericó, ni tenía visa para entrar en sinagoga alguna. Así, se exilió en la frontera del agreste desierto, donde merodeaban los leoncillos y abundaban serpientes y escorpiones.

La curación del ciego Bartimeo es el último “milagro” de Jesús narrado por Marcos. Tradicionalmente este pasaje se ha incluido en el género “milagro”, pero si se lo examina bien, carece de algunos elementos típicos de este género, como por ejemplo el gesto de curación o la palabra sanadora. Estamos, más bien, ante un relato, basado tal vez en un hecho histórico, que acentúa, sobre todo, la importancia de la fe como fundamento del discipulado.

El relato, dentro de su sobriedad, está cargado de detalles. Marcos nos indica el lugar donde sucede este episodio: a la salida de Jericó, la ciudad de las palmeras en medio del desierto de Judá, la puerta de entrada en la tierra prometida (cf Dt 32, 49; 34,1), paso obligado para los peregrinos que venían de Galilea, por el camino del Jordán, a Jerusalén, ciudad de la que dista algo más de 30 kilómetros. La Jericó del tiempo de Jesús estaba situada al suroeste de la mencionada en el AT. Había surgido en torno a la lujosa residencia invernal construida por Herodes. Hay, además, una alusión explícita -aunque suene un tanto genérica- al nombre del ciego: Bartimeo, el hijo de Timeo. Mateo y Lucas no mencionan este detalle. Junto con el de Jairo es el único nombre propio que aparece en Marcos antes de iniciar el relato de la pasión. Algunos piensan que esto es debido al hecho de que probablemente este hombre formó parte de la comunidad cristiana palestinense.

El diálogo comienza con una petición de Bartimeo, de hondo trasfondo veterotestamentario (cf Os 6,6): “Ten compasión de mí”. La petición va precedida por el título mesiánico de hijo de David. Esta es la única vez que aparece este título en el evangelio. Posteriormente el ciego le llamará “rabbuni” (término que solemos traducir por “maestro” y que el original de Marcos no traduce). La gente lo manda callar para que no moleste. Este mandato no tiene nada que ver con el “secreto mesiánico” tan típico de Marcos, ya que aquí quien manda callar no es Jesús sino la gente. Cuando el ciego se entera de que Jesús lo llama, “soltó el manto” y se acercó a Jesús. Este detalle aparece también en 2 Re 7,15. Es una manera de indicar la emoción de Bartimeo y que deja todo lo que tenia al escuchar el llamado de Jesús. El diálogo posterior se narra de una manera esquemática: pregunta (¿Qué quieres que haga por ti?), petición (“Maestro, que pueda ver”) y respuesta (“Anda, tu fe te ha curado”). Como ya se indicó antes, faltan el gesto y las palabras de la curación. El acento recae en lo que pidió Bartimeo y en la fuerza su la fe.

En el texto anterior dos de los discípulos piden también que Jesús les haga una cosa. Le piden a Jesús que cuando esté en su reino uno sea sentado a su derecha y el otro a su izquierda. Ellos piden poder y Gloria y Bartimeo solo pide a Jesús que pueda ver. Esta petición y la fe de Bartimeo parecen ser contrastadas con la actitud de los discípulos. De esta forma Bartimeo pasa de la ceguera a la luz, del borde del camino al interior del camino, de la pasividad de quien mendiga a la actividad de quien sigue a Jesús hasta el final mientras los discípulos siguen sin entender y sin ver el camino en que van con Jesús.

Este hombre que no puede ver de manera física y está al costado del camino es quien identifica a Jesús. Este hombre no se deja callar y da muestras de fe. Este hombre que deja su capa o sea todo lo que tenía cuando Jesús lo llama nos muestra una actitud diferente a la que vienen mostrando los discípulos que físicamente no son ciegos pero que no pueden entender las enseñanzas ni ver el camino en que está Jesús. Jesús en el 8:17-21 les ha recriminado a sus discípulos que tienen ojos pero que no pueden ver.

Hoy tenemos que preguntarnos que era lo que impedía a los discípulos entender y ver lo que Jesús les enseñaba. Hoy tenemos que preguntarnos que es lo que nos hace ciego para ver lo que Dios desea para nosotros y para nuestra sociedad. Algunas personas dicen que en Colombia estamos viviendo una ceguera colectiva. Los medios dicen que el país ha mejorado y estamos bien pero en la vida de la mayoría de las personas este bienestar no se refleja. Los medios de esta manera nos imponen la visión de la opinión que ellos desean que veamos y nos impide ver la realidad de dolor de quienes claman para que Dios tenga compasión de ellos. Con esta opinión quieren cambiar nuestra democracia y obligarnos a elegir gobernantes que cambian la constitución usando la corrupción para hacerse reelegir.

Desde esta lectura del evangelio de Marcos tenemos el desafío como iglesia y como seguidores de Jesús de no dejarnos enceguecer, tenemos el desafío de no ser como los discípulos que no entienden ni ven el camino de la cruz lo que les lleva a pedir poder y gloria. Tenemos que ser como el ciego que pide que pueda ver, además tenemos que tener cuidado para no ser como los muchos que intentaron callar a quien gritaba ten compasión de mi.

Milton Mejía

lunes, 12 de octubre de 2009

Participar de la nueva realidad de Dios con el seguimiento a Jesús. Marcos 10: 17-31

Uno tema central del evangelio de Marcos es el seguimiento o las implicaciones de ser discípulos de Jesús. Marcos desarrolla este tema no de manera teórica sino practica ya que su evangelio estaba dirigido a cristianos que vivían en una sociedad muy religiosa, en transición y con conflictos donde estaba en juego el ser persona y el futuro de la sociedad. En esta situación para Marcos es importantes mostrar ejemplos de vida de la nueva realidad de Dios traída por Jesús a la que llama reino de Dios.

Marcos presenta a Jesús como el enviado de Dios para liderar y ser el modelo de esta propuesta de nueva sociedad o realidad es Dios. Pero Marcos muestra de manera muy intencional que hay sectores de la sociedad que no pueden identificar a Jesús como enviado de Dios y como modelo de esta nueva realidad. ¿Quiénes son estos que no pueden identificar a Jesús como enviado de Dios y como modelo de vida de una nueva sociedad? Y la otra pregunta ya en positivo ¿Quiénes son los que identifican a Jesús como enviado de Dios y se hacen sus discípulos para participar de los planes de Dios?

Marcos insiste y es muy intencional en mostrar que quienes identifican a Jesús como enviado de Dios son los demonios a quienes expulsa de los cuerpos de las personas, los enfermos a quienes Jesús sana y las personas que son excluidas de la sociedad a quienes Jesús acoge. Las personas y los grupos marginados son quienes identifican y se integran al movimiento y se hacen discípulos y discípulas de Jesús. Por al contrario quienes no logran identificar a Jesús como enviado de Dios sino que lo persiguen y lo asesinan son los sectores religiosos y políticos que dominan la sociedad en el tiempo de Jesús.

El texto de hoy nos ayuda a entender la tensión que se dan entre quienes participan del seguimiento de Jesús y aquellos tienen buenas intenciones de seguir a Jesús pero no son capaces de romper con un estilo de vida que les impide identificar las nuevas realidades de Dios.

Un anti modelo que tiene como antecedente la nueva realidad de Dios.

Para comprender esto es importante mirar el texto anterior a Marcos 10: 17-31. En este hay unas personas que traen niños para que Jesús los toque. Pero los discípulos impiden esto ante lo cual Jesús reacciona con enojo y dice “dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrara en él” (Mc. 10: 14.15). Y cargo a los niños en sus brazos dándoles la bendición.

En nuestro texto un hombre llegó corriendo ante Jesús sin que ningún discípulo se lo impida y se arrodilla ante él preguntándole que debo hacer para alcanzar la vida eterna. El hecho de arrodillarse y decirle maestro bueno refleja que veía en Jesús algo de Dios. A esto Jesús responde que bueno solo es Dios y le pregunta si sabe los mandamiento a lo cual el hombre responde que los ha cumplido desde su juventud. Ante esta respuesta Jesús responde que le falta una cosa. Esto es vender todo o que tiene, dalo a los pobres y después podría seguir a Jesús. El texto dice que el hombre se fue triste porque era muy rico.

Creo que es fácil ver las diferencias de nuestro personaje con lo que sucede en el texto anterior. Unos niños a quienes los discípulos les impiden acercarse a Jesús terminan como ejemplos en relación a la forma como debamos los seres humanos ser para participar del reino de Dios y un hombre modelo de religiosidad, cumplidor de los mandamientos y con muchas riquezas no puede ser seguidor de Jesús. La razón, según Jesús es que a un rico le es muy difícil entrar al reino de Dios. Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos.

Siempre se ha interpretado el asombro de los discípulos en razón que es difícil que una persona rica se salve pero los discípulos no tenían riqueza. Por esto en realidad creo que los discípulos se asombran porque Jesús al cuestionar la riqueza deja sin piso el modelo o la aspiración de vida de los judíos. Para los judíos la aspiración o el modelo de vida era ser un buen cumplidor de la ley, lo cual lo hacia un fiel servidor de Dios para recibir bendición y prosperidad, esto es riquezas y propiedades. En realidad creo que Jesús más que cuestionar la riqueza cuestiona y deja sin fundamentos un modelo de vida que está hecho para recibir la bendición de Dios que según los judíos era tener riquezas.

Una nueva realidad posible que muchos ven como imposible

El modelo de vida de los judíos no les sirve para salvarse, ni para ser parte del reino de Dios. Este es la razón del asombro de los discípulos y por eso Jesús dice que lo que es imposible para los seres humanos es posible para Dios. El texto nos invita a pensar en cuáles son los modelos de vida que nosotros tenemos como referencia y a los cuales aspiramos. Estos modelos de vida la sociedad los ubica como el camino para lograr el éxito, la prosperidad y la felicidad. Pensamos que por fuera de estos modelos es imposible tener éxito, ser feliz y tener salvacion.

Jesús nos propone otro modelo de vida donde dejamos todo por el evangelio. Este todo incluye cosas materiales y la familia pero dice que además tendremos persecución. Para los judíos la familia era sagrada, lo que recibían como bendición de Dios después de tanto esfuerzo les era imposible pensar que tuvieran que darlo a otros y un judío perseguido era como una maldición.

Jesús propone otro modelo de vida para poder ser su discípulo donde dejamos todo lo que nuestra sociedad tiene como valioso y necesario para tener éxito y ser felices. En el nuevo modelo de vida que propone Jesús recibiremos valorado por cien todo lo que hemos dejado en esta vida y tendremos la vida eterna. Jesús nos invita a participar de un nuevo modelo o estilo de vida donde nuestros valores traiciónales, aspiraciones de éxito y prácticas individualistas se deben transformar al seguirle y ser como él nos da ejemplo.

Desafíos para la misión de la iglesia

De acuerdo con esta invitación tenemos como iglesia el desafío de identificar donde está Dios actuando hoy. ¿Qué es ser como niños en nuestra sociedad dominada por adultos? ¿Quiénes están acogiendo esta propuesta de una nueva realidad de Dios? No podemos ser como los discípulos que les impiden a los niños acercarse a Jesús, ni como el hombre rico que no puede romper con un estilo de vida que impide participar del reino de Dios. Jesús es el modelo de nuestra vida, con la vida de Jesús se inicia una nueva realidad de Dios a la cual todos y todas estamos invitados e invitadas a participar.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Presencia Militar de Estados Unidos en Colombia Aleja Esperanzas de Paz

La presencia del ejército de los Estados Unidos en 7 bases militares o como también lo han llamado el Plan Colombia mejorado ha generado mucha preocupación en casi todos los países de la región y en sectores de la sociedad civil y de iglesias en los Estados Unidos. Los países de la región citaron a la cumbre de presidentes en Bariloche, Argentina para que el gobierno colombiano y el de Estados Unidos dieran un explicación y los sectores de la sociedad civil en Estados Unidos escribieron una carta a la secretaria de Estado Hilary Clinton, pidiendo que reconsidere este acuerdo de cooperación militar con un ejército que ha sido acusado de manera reiterada de violación de los derechos humanos.

Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos hasta el momento han dicho que este es un acuerdo bilateral para no dar explicación a los gobiernos de la región y a los sectores de la sociedad civil en Estados Unidos se respondió el viernes 11 de septiembre con la certificación a Colombia en relación a la situación de los derechos humanos que permite liberar los 32 millones de dólares para la lucha contra el narcotráfico, dinero que el gobierno estadounidense había retenido. El vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly, dijo que Colombia "ha hecho esfuerzos significativos por aumentar la seguridad de su pueblo" que justifican la certificación al Congreso estadounidense de que Colombia cumple con los criterios legales sobre derechos humanos y que los fondos estarán disponibles.

A pesar que en Colombia los medios han mostrado y documentado la forma como son violados los derechos humanos y hay preocupación de algunos sectores que han realizado protestas contra las bases parece que la preocupación no es muy fuerte. Por ejemplo amigos que viven en Malambo, un pequeño municipio en la zona metropolitana de Barranquilla donde está una de las bases en las cuales habrá presencia de militares de los Estados Unidos nos han dicho que la población está muy contenta con el anuncio de este acuerdo. La razón de su alegría es que afirman que por fin tendrán mejores servicios públicos y llegara mas progreso a esta pequeña ciudad.

También en estos días los medios de comunicación revelaron los resultados de una encuesta donde muestran que cerca de 70 % de los consultados están de acuerdo con la presencia de militares de Estados Unidos en bases Colombianas y Alfredo Rangel, quien es un de más fuertes defensores de la política del actual gobierno dice en su columna de opinión de la revista Semana: “En dos palabras, por ejemplo, con la presencia Norteamericana en nuestras bases militares, Chávez ya no va a poder seguir amenazándonos con atacarnos con sus aviones Sukhoi. Después de Bariloche Colombia está más segura: ahora estamos protegidos por el paraguas norteamericano” (Semana 1427).

De acuerdo con esta lógica que con la presencia de militares de los Estados Unidos en bases Colombianas tenemos más seguridad la protesta contra las bases no tendría sentido y la preocupación por los derechos humanos pasa a un segundo plano. Pero esta lógica que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos usan y que incluso parece tener apoyo de un amplio sector de la población en Colombia es contraria al testimonio bíblico.

El profeta Isaías critica a Judá cuando el rey Ezequías se alió con Egipto para enfrentarse a los asirios. Según Isaías 30: 1 al 3 ante este acuerdo de cooperación militar entre Judá y Egipto el señor afirma: “! Ay de los hijos rebeldes que hacen planes sin contar conmigo y preparan proyectos que yo no les inspiro, de manera que amontonan pecado sobre pecado! Se van a toda a prisa a Egipto, y a mí no me consultan; buscan apoyo bajo la protección del faraón, se refugian bajo la sombra de Egipto. Pero la protección de faraón los defraudara, y el refugio a la sombra de Egipto será su humillación.

En los últimos años el gobierno colombiano ha mantenido un acuerdo de cooperación militar con los Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico y contra el terrorismo. Este acuerdo ha sido muy criticado ya que sus resultados no ha sido los esperados y por el contrario durante su ejecución se ha incrementado la crisis humanitaria y de violación de los derechos humanos en Colombia. El gobierno actual realizó una negociación de desmovilización con grupos paramilitares y en el proceso de dar cuenta ante la justicia estos han confesado que en su lucha contra las guerrillas actuaban con apoyo del ejército y han reportado cerca de 26 mil asesinatos. En este contexto el actual gobierno proclama el triunfo de su política de seguridad con lo cual justifica la búsqueda de una nueva reelección y anuncia que con la presencia de militares de los Estados Unidos en bases colombianas obtendrá el triunfo final sobre los grupos terroristas.

Este triunfalismo militar y el apoyo de la opinión pública no coinciden con las viajas y nuevas formas de violencia que se están desarrollando tanto en el campo como en la ciudades. Hoy se reconoce que los colombianos no nos sentimos seguros en la ciudades, que hubo una desmovilización de un grupo de paramilitares pero que muchas de sus estructuras económicas y políticas no fueron desmontadas por lo que siguen actuando con otros nombres. Por otra parte el gobierno niega el conflicto armado interno pero usa la amenaza terrorista y del narcotráfico para fortalecer al ejército y renovar los acuerdos militares con los Estados mientras las guerrillas están incrementando el reclutamiento forzado de nuevos miembros y sus acciones armadas.

Sectores sociales y de iglesias teníamos esperanza que la llegada de un nuevo gobierno a los Estados Unidos podría generar mayor exigencia de respeto a los derechos humanos al gobierno colombiano y una mayor apoyo para fortalecer el trabajo de búsqueda de paz en Colombia. La realidad nos está mostrando lo contario. La presencia y como lo han anunciado las acciones conjunta entre el ejército de Colombia y de los Estados Unidos contra las guerrillas involucran a este ultimo en la guerra en Colombia y ha creado una gran preocupación en la región dado que hay temor que Estados Unidos use las bases colombianas para vigilar y atacar a gobiernos que se proclaman de izquierda en sur América.

Los sectores sociales y las iglesias tanto en Colombia como en los Estados Unidos ante este panorama tenemos el reto de fortalecer nuestro trabajo por el respeto a los derechos humanos y por el derecho que tienen cada país a definir internamente sus políticas y las formas de resolver los conflictos en el marco del derecho internacional. En especial en Colombia donde el apoyo y la presencia militar de los Estados Unidos da una sensación de seguridad mientras ya muchos sectores entre los cuales están las iglesias empiezan a decir que ni se gana la guerra y lo que hemos perdido en los últimos años es el respeto a la vida, las ultimas reservar éticas que nos quedaban ante la corrupción y lo poco que tenemos de democracia.

Germán Zarate
Oficina de Diaconía
Iglesia Presbiteriana de Colombia

Milton Mejía
Observatorio Iglesia y Sociedad en Colombia
Universidad Reformada

jueves, 10 de septiembre de 2009

La Iglesia en Colombia - La realidad que nos interpela

Consciente de la necesidad de escrutar e interpretar permanentemente los signos de los tiempos, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) dedicó su LXXXVI Asamblea Plenaria realizada entre el 9 al 13 de febrero de 2009 al análisis de la realidad nacional en el campo político, económico, cultural y religioso.

Este análisis fue publicado en un libro[1] que lleva por nombre el titulo de este artículo. A lo largo de sus 240 páginas, este libro presenta una visión de la realidad teniendo presentes los cambios en Colombia y el mundo, así como la globalización y otros fenómenos, se busca en cada una de las áreas identificar hechos y situaciones que interpelan o desafían el trabajo de la Iglesia, para indicar posibles respuestas en términos de criterios y líneas de acción pastoral. El libro también incluye el Pronunciamiento final de esta Asamblea y un glosario que facilita el trabajo.

El libro parte del reconocimiento que una mirada como pastores de la realidad colombiana en la actualidad, con todas sus complejidades, retos y oportunidades, exige una visión de conjunto de la forma como se han entrelazados las distintas áreas del mundo político, legislativo, social, cultural y económico. Creemos que es importante que los cristianos tanto católicos como de otras iglesias de tradición cristiana y en general todos los ciudadanos podamos conocer como está viendo y que está pensando la Conferencia Episcopal de Colombia sobre la realidad del país. Por esta razón a continuamos compartimos algunas partes de este libro.

El análisis parte por reconocer que estamos viviendo en un mundo globalizado y en un momento de fuertes cambios al que llaman cambio de época. En este cambio la revolución tecnológica de la comunicación es un elemento central desde el cual se puede comprender la complejidad de la nueva economía, de la sociedad y cultura que está en formación en este momento. Esta revolución ha planteado una ruptura de los valores sociales existentes hasta hace poco, así como de las pautas de conducta aceptadas colectivamente. Esto se debe a que se han introducidos transformaciones que hacen énfasis en los instrumentos tecnológicos personalizados, en la interactividad y en la interconexión.

En este contexto de revolución tecnológica, las redes son el elemento fundamental que permite la existencia de organizaciones. Hoy es difícil pensar una organización de cualquier orden sin hacer referencia a redes (13). En esta cultura de redes se ha dado un salto enorme en cuanto a la comunicación y al transporte de de la información, de las personas, de los bienes y servicios. Desde el computador en casa se abre un universo enorme de comunidades virtuales a las cuales se puede acceder y pertenecer. La oferta religiosa y sobre todo espiritual no está ausente de ese conjunto de posibilidades.

El concepto de ser humano está cambiando en forma muy acelerada, así como su identidad. En la sociedad-red en la que vivimos la identidad es fundamental para las relaciones. Cuando decimos que queremos transparencia, justicia social, democracia, respeto por los derechos humanos, desarrollo humano y solidario para todos, es necesario preguntarse si los miembros de nuestra sociedad, si nuestros católicos, tienen en su identidad primaria incorporados estos valores y si esa identidad primaria es los suficientemente fuerte para interactuar con otros puntos de vista y otros referentes simbólicos (14).

Según la CEC uno de los aspectos que mas marcan a la sociedad colombiana en este cambio de época y en la formación de una nueva cultura es la ausencia de decisiones y convicciones éticas en un sector muy importante de la sociedad. Algunos prefieren proponer la muerte de la ética y deshacerse de la responsabilidad con un futuro que consideran utópico. Al lado de esto se abren pasos corrientes nihilistas que entran cada vez más con mayor claridad en la escena nacional. Esto es paradójico en un país que tiene una normatividad tan desarrollada y un reconocimiento tan amplio de los derechos humanos, además de una historia marcada por valores claves (15).

Cuando se define la sociedad colombiana actual, hay que reconocer que la atraviesa fundamentalmente una crisis ética que se refleja en la manera como se ha impuesto la mentira como forma de relacionarse, el imperio de una cultura de la ilegalidad, la injusticia aceptada socialmente, la corrupción en sus distintas formas y la indiferencia ante el dolor de las víctimas, además del olvido de las atrocidades del pasado. Hay una verdadera crisis de humanismo en el sentido práctico en la aceptación de los principios que dan fundamento a un pensamiento verdaderamente humanista (16).

Sobre el modelo de desarrollo el libro afirma que el país ha avanzado en la superación de asuntos como el analfabetismo, se ha disminuido la mortalidad infantil, hay mayores oportunidades de acceso a la educación y en los últimos años se dio un crecimiento significativo y positivo de la economía pero Colombia sigue siendo deshonrosamente uno de los países mas inequitativo del mundo y uno de los que tiene mayor concentración de riqueza en el continente latinoamericano. Hablar de iniquidad significa hablar del crecimiento que ha tenido el país, pero al mismo tiempo de la forma como se han quedado relegados enormes sectores de la sociedad (21).

El problema en Colombia no es la disponibilidad de alimentos, como lo es en otras áreas del mundo. El riesgo en el futuro es la subutilización de las tierras aptas para la agricultura: de aproximadamente 21.5 millones de hectáreas útiles, se están cultivando 4.2 millones. En cambio, en ganadería hay una sobreutilización de las tierras aptas. Existe además una serie de conflictos en torno a la tierra por problemas relacionados con el acceso a la propiedad, el despojo de tierras a poblaciones campesinas por parte de grupos armados al margen de la ley, el desplazamiento forzado, la baja productividad y tecnología entre otros. Mientras tanto hay un incentivo importante para la producción de agro combustibles.

En los signos de esperanza se resalta el peso que comienzan a jugar los laboratorios de paz y los programas de desarrollo y paz en los que las Diócesis han estado comprometidas. Estos son una alternativa que integra la cultura de la región, la diversidad de sus habitantes y las potencialidades que puede aportar cada uno (25).

En relación a la cultura la CEC dice que uno de los hechos significativos que caracteriza nuestra sociedad es la existencia de una “cultura de la ilegalidad” o mejor una contra-cultura de los ilegal. Esta expresión se manifiesta en el narcotráfico, y en su impacto en las regiones y en las distintas formas que adopta la corrupción en todos los niveles de la sociedad. El sector judicial no está exento de esta problemática. Según los informes de transparencia por Colombia, la percepción de corrupción en el país es del 74.2%; sin embargo, solo el 2.9% de los entrevistados considera que la corrupción es un problema prioritario para resolver.

Sobre la situación política en el libro se analiza el conflicto colombiano el cual es colocado como uno de los que caracterizaron el siglo XX y está marcado por luchas ideológicas, políticas, el control de los recursos naturales, negocios ilegales y nuevos conflictos. Este ha tenido nuevos escenarios por la aparición de bandas emergentes y nuevos grupos, y la intensificación de la confrontación en algunas regiones con las guerrillas pero al mismo tiempo los golpes militares a la guerrilla alteran el contexto de la confrontación armada en el país.

En cuanto a lo religioso se afirma que la iglesia católica ha jugado un papel fundamental en nuestro país en términos históricos, sociológicos, culturales y, especialmente religiosos, con acompañamiento permanente, sobre todo a los que sufren, a las poblaciones necesitadas y vulnerables, y las victimas, lo que le ha permitido contar con una alta credibilidad en la sociedad. En los últimos años el pluralismo religioso ha crecido. En 1987 el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) registró la existencia de 36 religiones no católicas y de 16 movimientos religiosos no cristianos en el país. Hoy el ministerio 21 años después, el Ministerio del Interior registra 1.060 grupos religiosos inscritos. La Iglesia Evangélica con mayor número de miembros es la Pentecostal Unida de Colombia con más de 3.000 congregaciones y presencia en todos los departamentos del país.

La presencia de movimientos religiosos ha garantizado que varias iglesias cristianas tengan cargos públicos y conformen a su alrededor partidos políticos que en la actualidad tienen presencia en cargos públicos en el gobierno nacional y local, y en las corporaciones públicas. Se han conformados nuevas instituciones políticas-religiosas en las estructuras del poder a partir de este pluralismo religioso.

Creo que en general el libro nos ayuda con muchos elementos de nuestra realidad y con lectura teológica de los signos de los tiempos que nos hacen reflexionar pero creo que uno de los mayores desafíos surge especialmente cuando menciona la crisis ética o la renuncia a la utopía que vivimos los colombianos. Esto nos debe hacernos preguntar hasta donde las iglesias hemos contribuido con estas crisis ya que la iglesia católica y muchas iglesias protestantes y evangélicas hemos tenido en nuestras manos la educación de gran parte del pueblo colombiano. O para no quedarnos solo en buscar culpables debemos preguntarnos si tenemos la voluntad de revertir esta crisis y aportar en la recuperación del un ser humano ético que respete la vida e incluya el ser honesto, justo y solidario entre los principios que guían la vida personal, comunitaria y social en nuestro país.

Preparado para el OIS

[1] La Iglesia en Colombia. Vol. 2. La realidad que nos Interpela. Conferencia Episcopal de Colombia. Bogotá 2009.

sábado, 22 de agosto de 2009

Verdadera Vida en Jesús. Jn. 6:35-59.

Los seres humanos siempre estamos en la búsqueda de darle sentido a nuestra vida. De acuerdo al sentido que le demos a nuestra vida así vamos a vivir. Cuando ponemos nuestra vida en función del dinero por ejemplo vamos a tratar de conseguir este de cualquier manera. Cuando no damos a nuestra vida ningún sentido podemos vivir como lo hace un animal, una planta o nos volvemos personas aburridas e infelices que generamos solo conflictos y no podemos vivir en comunidad.

¿Cómo hacer para dar un buen sentido a nuestra vida? ¿Cuál es la fuente o el modelo de una vida con sentido? Creo que el texto bíblico de hoy nos ayuda a responder estas preguntas. Miremos las razones por las cuales les digo esto.

En primer lugar Jesús se presenta como el pan de vida y dice: “el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (v. 35). Si leemos el texto con cuidado nos damos cuenta que Jesús está hablando de venir a él y de creer en él pero los judíos que lo escuchan interpretan estas palabras de otra manera y empiezan a murmurar de Jesús. Miren como cambian la frase principal de Jesús para justificar la murmuración. Según ellos Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida que descendió del cielo” (v. 41).

Creo que aun nosotros hoy podríamos justificar está murmuración. Porque realmente como alguien pude descender del cielo y ser pan de vida y más si quien lo dice es conocido por nosotros, conocemos a su familia y lo hemos visto crecer. Ante esta murmuración Jesús tiene que explicar lo que él realmente está queriendo decir.

Jesús retoma el sentido de sus palabras y explica que nadie viene a él si no es el padre quien lo trae (44). Según Jesús en el versículo 45 se viene a él cuando somos enseñados por la palabra de Dios, esto es oyendo y aprendiendo la palabra de Dios podemos venir a él. De esta forma quienes vienen de Dios son quienes oyen y aprenden la palabra de Dios. Jesús mismo es el ejemplo de esto y por eso dice que él viene de Dios.

Pero Jesús afirma en el versículo 46 es necesario tener fe o creer para tener vida eterna. No se queda solo en que es necesario oír y aprender la palabra de Dios. Jesús dice que es necesario creer en él para tener vida eterna y afirma de nuevo que él es el pan de vida (48). Creo que es importante esto ya que que podemos pasar toda la vida oyendo y aprendiendo la palabra de Dios pero esto no es creer en Dios y por lo tanto nuestra vida no tendrá el sentido que Dios desea para ella.

La expresión pan de vida es importante ya que en ella se encuentra el centro de lo que Jesús desea trasmitir y por lo tanto nos muestra que es tener fe o creer en Dios. Cuando los judíos hablaban de pan de vida a su mente llegan los recuerdos del éxodo cuando Dios les dio pan del cielo en el desierto. Recordemos que en esta experiencia se da también una murmuración contra Dios donde el pueblo cuestiona a Moisés diciendo que Dios los había sacado de Egipto para dejarlos morir en el desierto. En este contexto es donde pan de vida adquiere significado para los judíos y por eso ellos ponen el énfasis en como Jesús siendo pan de vida puede descender del cielo.

Pero Jesús les dice a los judíos que vuestros padres comieron maná en el desierto y murieron. El maná como símbolo de pan de vida es importante para los judíos pero Jesús les propone otra cosa. Jesús introduce algo que no había dicho antes. Esto es se presenta como el pan vivo que es necesario comer para vivir para siempre (51). Nosotros tenemos que comer del pan vivo que desciende del cielo. Pero como entender esto para no hacernos la pregunta de los judíos sobre cómo podemos comer la carne de Jesús.

El evangelio de Juan está lleno de símbolos y este es uno de los más importantes. En este símbolo Juan está hablando de la santa cena y está tratando de explicar lo que significa esta para afirmar el compromiso con Dios. Desde el inicio del cristianismo se empezó dar diversas interpretaciones a la santa cena que se han extendido hasta nuestros días. Algunas iglesias como la católica interpretan esta como un milagro donde el pan y el vino se convierten en la carne y la sangre de Jesús. Otras dicen que el pan y el vino son solo un símbolo de la carne y la sangre de Jesús. Nosotros los reformados decimos que el pan y el vino son símbolos pero que en ellos está presente Jesús.

Creo que otra forma de interpretar el texto es entender que Juan nos está diciendo que así como nuestra fuente de vida está en la comida y en la bebida de la misma manera la única forma de tener una vida con un sentido verdadero está en Jesús. Nuestra vida y una buena salud dependen de lo que comemos. La persona que no come muere o si no comemos de manera adecuado vamos a enfermar. Según Juan la única forma de tener una vida con verdadero sentido es comiendo la carne y la sangre de Jesús. Esto es un símbolo para decir que necesitamos que Jesús se haga parte de nuestra vida o de nuestro cuerpo así como necesitamos de buenos alimentos y bebidas para poder vivir bien.

Juan está tratando de romper con toda idea espiritual de entender el compromiso con Jesús. Para Juan se trata que así como la comida se incorpora nuestra sangre y a nuestro cuerpo y lo mejor de ella se hace parte de nosotros lo cual nos permite vivir y tener buena salud, de la misma manera oír, aprender y creer en Dios y su palabra debe ser parte de nosotros. Esto es lo que da un verdadero sentido a nuestra vida que nos permite vivir para siempre o como también dice el texto tener vida eterna.

En esta explicación tenemos la respuesta a las preguntas que hicimos al comienzo. ¿Cómo hacer para dar un buen sentido a nuestra vida? ¿Cuál es la fuente o el modelo de una vida con sentido? La fuente de un buen sentido y el modelo de una vida con sentido esta en Jesús. Necesitamos incorporar a Jesús en nuestras vidas. Cuando entendamos esto podremos decir como muchos escritores bíblicos que afirmaron que ya no eran ellos sino que ahora Cristo vivía en ellos.

Hermanos comer la carne y la sangre de Jesús no es algo que nos convierte en comedores de carne humana como lo pensaron los judíos, tampoco es algo espiritual como la han interpretado muchos. Comer la carne y beber la sangre de Jesús es hacer que Jesús se convierta en fuente y modelo de nuestra vida hasta el punto que podamos decir ya no soy yo sino Jesús que se ha encarnado en mi o en otras palabras Jesús es parte de toda vida incluyendo mi cuerpo, mi mente, mi sangre y todo lo que digo pienso y hago. Mi invitación es para que dejemos que Jesús se haga parte de nuestra vida y de esta manera podamos tener una vida plena y con un sentido verdadero.

viernes, 14 de agosto de 2009

Acuerdo Humanitario y Derechos Humanos para Construir Posibilidades de Paz

Los sectores y organizaciones sociales, sectoriales y religiosas que estamos en contra de la guerra y de las falsas concepciones de la paz nos resistimos a vivir en una realidad donde se recurre a la opinión pública mayoritaria de las encuestas y a los golpes militares contra los grupos armados para dar legitimidad una política de seguridad democrática que no ha logrado resolver los problemas estructurales de pobreza e impunidad en Colombia.

Nuestra ciudad es un ejemplo de cómo en medio de un discurso triunfante de la seguridad democrática los Barranquilleros no nos sentimos seguros ya que los grupos armados que se disputan la ciudad, como la han reconocidos las autoridad, tienen la capacidad de asesinar a cuatro o cinco personas en menos de 24 horas como sucedió en las últimas semanas. En relación a la pobreza los medios mostraron el fin se semana pasado que batimos record en inscribir más de 57 mil familias al programa de subsidios de acción social. Con esto algunos sectores intentan mostrar la bondad del gobierno cuando en realidad lo que se demuestra es que la pobreza sigue creciendo en nuestra ciudad.

Las organizaciones de derechos humanos en una reunión reciente con las autoridades distritales, departamentales y nacionales manifestaron su preocupación por el aumento de las amenazas por parte de las Águilas Negras contra los líderes de los diversos sectores sociales, sindicales, periodistas y de derechos humanos. Ante estos hechos las autoridades han afirmados que las Águilas negras no existen en la ciudad y que las amenazas podrían ser auto amenazas. Esta situación no permitió que se instalara la mesa de garantías para los defensores de los derechos humanos en el departamento.

Líderes de iglesias de la Red Ecuménica de Colombia manifestaron recientemente que nuestro país está viviendo un profundo quiebre ético donde se impone la negación del conflicto armado mientras se recurre a la amenaza de los grupos guerrilleros para ocultar la corrupción y justificar los violación de los derechos humanos. En este contexto quienes defienden los derechos humanos y trabajan por la paz son presentados generalmente como amigos o colaborador del terrorismo mientras que los victimarios aparecen en la opinión pública como héroes y mesías que nos están salvando de las amenazas terroristas nacional e internacional.

Estas manifestaciones de pobreza y violencia nos demuestran que los sectores sociales que participamos en esta cumbre si deseamos hacer un aporte para construir posibilidades de paz tenemos que hacer un trabajo fuerte para romper con la imposición de lo que se ha empezado a llamar “el estado de opinión” que pretende tomar el lugar del Estado social de derechos que tiene su soporte en la constitución política colombiana. El estado de opinión que se intenta imponer no solo está rompiendo con el estado social de derecho sino también pretende cambiar elementos básicos de la democracia donde hay rotaciones de personas en el ejecutivo y se mantiene un balance de poderes en las diferentes instancias del estado.

Ante este panorama de inseguridad en que vivimos, del crecimiento de la pobreza y del peligro en que se encuentra lo poco que aun nos queda de democracia creo que tenemos las siguientes tareas como sectores sociales:

Es urgente trabajar por un acuerdo humanitario amplio donde participemos todos los sectores sociales para atender la crisis de la población desplazada por la violencia, de los secuestrados, de quienes están encarcelados de manera injusta y de la pobreza generada por los problemas de inequidad social y económica que tiene el país. Este acuerdo humanitario no debe ser considerado como una bondad del gobierno y de los grupos armados sino como la condición mínima y urgente para responder a las necesidades de quienes más sufren las diferentes formas de violencias y la injusticia en Colombia.

Este acuerdo humanitario debe ser la base para avanzar en un plan nacional e internacional para garantizar de manera integral los derechos humanos para todos los colombianos y colombianas que permita la construcción de una paz que esté soportada en la justicia y en la equidad. La experiencia nos ha mostrado que si en los procesos de negociación no se aborda de manera seria el tema de la plena implementación y la garantía de los derechos humanos los ciclos de violencia se reeditaran de maneras más sofisticadas y con mayor perversión.

En este proceso de trabajar por un acuerdo humanitario y en un plan para garantizar los derechos humanos tenemos que incluir a la cooperación internacional y coordinar con las organizaciones y comunidades solidarias que están trabajando por crear alternativas al sistema mundial que ha creado la crisis humana y ecológica que estamos viviendo y que demuestra que este sistema es insostenible. Juntos como organizaciones de la sociedad civil nacional e internacional tenemos que exigir coherencia y acciones reales para que los gobiernos y las organizaciones internacionales de los Estados garanticen los derechos humanos.

Hoy estamos viendo como esta incoherencia es evidente. Muchos sectores de la sociedad veíamos muchas esperanzas el discurso de la nueva administración de los Estados Unidos para ser más exigente con el respeto a los derechos humanos. Dado el fracaso de la estrategia militar y de fumigaciones del plan Colombia esperábamos mas acciones para fortalecer la búsqueda de justicia, la reparación a las víctimas y la generación de empleo para que los campesinos tuvieran alternativas al cultivo de la hoja de coca. Vemos que va a suceder todo lo contrario. Será más grande la inversión y la presencia militar ahora en siete bases en Colombia para resolver problemas que se ha demostrado no se solución por esta vía. De hecho ya estamos experimentando los conflictos que se están generando a nivel regional y tememos que el conflicto interno tomara nuevas formas ya que se recurrirá al rechazo de la presencia militar de los Estados Unidos en nuestro país para seguir justificando la guerra.

Junto al trabajo nacional e internacional por una paz que tenga como soporte un acuerdo humanitario y en derechos humanos tenemos que implementar una estrategia para lograr construir una opinión pública favorable a un acuerdo humanitario y a los derechos humanos. Creo que el quiebre ético que vivimos está logrando imponer una metodología de solución de los conflictos personales y grupales por la vía de la eliminación física del otro lo cual hace que cada día crezcan las manifestaciones de intolerancia y las personas y comunidades se toman la justicia por su cuenta.

Para concluir es importante que en esta cumbre afirmemos que la única forma de lograr una paz duradera y soportada en la justicia es que la construyamos sobre las bases de una profunda sensibilidad y compromiso humanitario para atender a las víctimas de la pobreza y la violencia. Mientras atendemos a las victimas debemos crear las condiciones para que se implementen y se garanticen los derechos humanos y la plena participación de todos los sectores sociales y políticos en la construcción del país que soñamos y deseamos hacer realidad para nosotros y para las futuras generaciones. Junto a todo esto necesitamos reconstruir valores como la tolerancia y la capacidad de resolver los conflictos y las diferencias por medio del dialogo y la negociación social y política.

Milton Mejía
Cumbre Social y Política del Atlántico
Barranquilla, 13 de agosto de 2009

viernes, 31 de julio de 2009

Jesús Enseña a Compartir, Marcos 6:30-45

Cuando leí el texto bíblico de Marcos 6 del leccionario para preparar la predicación no pude evitar que a mi mente llegaran dos noticas que me sorprendieron e indignaron en los últimos días. Varios noticieros mostraron que los campesinos productores de leche en Antioquia tenían que votar esta ya que las empresas procesadoras no se la estaban comprando. Uno de los noticieros inmediatamente mostro la noticia que un niño indígena murió por desnutrición y alerto que además hay un grupo de niños en peligro de morir por la misma situación. Estas noticias inmediatamente hicieron que me preguntara ¿cómo es posible que campesinos tengan que votar leche mientras niños se mueren de desnutrición y hambre?

Parece que muchas personas se hicieron esta pregunta y los noticieros entrevistaron a varias para preguntarles sobre lo que estaba sucediendo. Una de las personas entrevistados fue un campesino quien dijo tenían que votar la lecha ya que si la regalaban nadie se la compraría. Creo que el texto bíblico de hoy puede decirnos algo sobre un hecho como este para ayudarnos a las iglesias a entender mejor cuál es la misión que tenemos en una sociedad que tiene que votar la comida mientras niños se mueren de hambre. Veamos lo que dice el texto bíblico.

Marcos nos muestra una multitud que sigue Jesús. Según Marcos Jesús siente lastima o compasión por la gente y los ve como ovejas sin pastor. Los exegetas no han podido ponerse de acuerdo como traducir esta palabra griega ya que ni lastima ni compasión recogen lo que esta significa. Lo que Jesús siente le hace ver el dolor y el sufrimiento de la gente pero no pude quedarse sin hacer nada ante el dolor y el sufrimiento. Lo que Jesús siento lo obliga a actuar y a hacer algo por la gente para que ellos resuelvan su situación de manera permanente.

De acuerdo con esto Jesús inmediatamente empieza a enseñarles muchas cosas. Marcos no nos dice que la enseño Jesús a la gente pero dice nos dice que la gente se quedo con El hasta muy tarde y los discípulos preocupados por esto le dicen a Jesús que despida a la gente para que vayan a los pueblos vecinos a comprar comida. Jesús sorprende a los discípulos y les dice “Denle ustedes de Comer”. Ante esta orden los discípulos responden: “tendríamos que comprar pan por doscientos denarios para darles de comer”. Lo primero que tenemos que resaltar es que Jesús no solo enseña sino que también ve que la gente tiene hambre y pide a los discípulos que le den de comer.

Creo que los discípulos estaban muy emocionados viendo a Jesús enseñarle a la gente pero cuando Jesús les dice que les den de comer, ellos actúan de acuerdo a la lógica económica del tiempo de Jesús la cual no ha cambiado mucho en nuestros días. Esta lógica es que la mayoría por no decir todas nuestras necesidades y problemas se resuelven con dinero para poder comprar. Ustedes que piensan, ¿es nuestra lógica igual a la de los discípulos? Muchos de nuestros planes o deseos de ayudar se quedan solo en bueno planes o buenas intenciones cuando nos damos cuenta que no tenemos dinero para poder comprar.

Les invito para que veamos como Jesús nos muestra que es posible cambiar esta lógica. Este relato está en los cuatro evangelios y que marcos los tiene dos veces es conocido muy comúnmente como la multiplicación de los panes y los peces pero leamos el texto y en ninguno se dice que Jesús hizo una multiplicación de panes y peces. La idea de la multiplicación ha sido la interpretación que le han dado muchos cuando leen este texto de acuerdo con la lógica de nuestro sistema económico que tiene como uno de sus principios la multiplicación. Nuestra económica tiene como principio fundamental la multiplicación del dinero o dicho de otra forma de las ganancias.

Para multiplicar el dinero la economía ha usado una gran cantidad de formas con las cuales destruye al ser humano y está destruyendo la creación de Dios. La noticia de esta semana es una pequeña muestra de cómo funciona la economía. El problema no es la falta de alimentos y la economía nunca piensa en cómo dar de comer o compartir con la gente. Nuestra economía solo piensa en cómo incrementar o multiplicar las ganancias y para multiplicar la ganancias tienen que pagar menos a los trabajadores, está destruyendo la naturaleza y en los últimos años ha usado la especulación y el cobro de intereses sobre intereses.

La crisis económica mundial es una muestra que esta economía no puede seguir actuando de la misma manera ya que en su afán de multiplicar las ganancias se llego a un punto que el valor contable o financiero de las cosas no coincidía con su valor real. Les doy un ejemplo para que entiendan mejor. El banco le presta a una persona 50 millones para comprar una casa. Esta persona no puede pagar y a su deuda le empiezan a cobrar intereses sobre intereses. Al poco tiempo la persona debe 70 u 80 millones que el sistema financiero registra como ganancias pero que como la persona no podrá pagar el banco solo podrán quitar la casa cuyo valor no es el mismo de la deuda.

Jesús nos muestra otro camino. Jesús no pregunta cuánto dinero tenemos o cuánto dinero tiene la gente. Jesús pregunta ¿cuántos panes tienen? Jesús rompe con la lógica que todo se resuelve con el dinero y recupera la lógica del valor real de lo que tenemos. Para Jesús importa el pan que tenemos y pide a los discípulos que averigüen esto. Y los discípulos encuentran que hay cinco panes y dos peces. Algunos comentaristas suman y dicen que 5 más 2 es siete lo cual significa totalidad y que lo que hay alcanza para todos.

La suman que hacen algunos para hacernos pensar en el símbolo no pueden hacernos perder de vista lo que Jesús hace. En primer lugar organiza a la gente, después bendice los panes y los peces, luego los parte y los da a los discípulos para que estos sirvieran y los repartieran a toda la gente. Organizar a la gente, dar gracias a Dios, partir, servir y repartir produce el milagro que haya suficiente para que todos queden satisfechos. Jesús hace un milagro ya que nuestra sociedad tiene una lógica que no permite a la gente que se organice, que sea agradecida, que parta y comparta. La lógica de nuestra sociedad es que cada cual sobreviva como pueda, esto genera egoísmo, competencia y que acumulemos dinero para asegurar nuestro futuro y el de nuestra familia. Cuando rompemos con la lógica como funciona nuestra sociedad podemos hacer milagros.

Como iglesias estamos llamados no solamente a enseñar la palabra a un pueblo que anda como oveja sin pastor, también estamos llamados a participar o apoyar para que la gente se organice y logre romper con la lógica de nuestra sociedad donde solo el dinero resuelve nuestras necesidades. La Iglesia necesita dar ejemplo y enseñar a la gente que es posible partir, repartir o compartir. Si logramos esto no veremos más noticias como las de esta semana que mientras unos votan alimentos niños mueren de hambre. Si aceptamos el llamado de Jesús haremos milagros con lo que tenemos.

miércoles, 22 de julio de 2009

Pedir a Dios por un Espiritu Humanitario en Colombia

Durante las últimas semanas hemos escuchado noticias que nos alegran ya que creemos que por fin pronto estarán libres 4 o 5 militares del grupo que están en poder de la FARC, algunos de los cuales tienen más de 10 años de estar en su poder. Pero la alegría dura poco ya que desde hace 4 meses venimos escuchando los anuncios de la FARC que harán liberaciones y las respuestas del gobierno donde primero niega y después autoriza la participación de Piedad Córdoba en compañía de la Iglesia Católica y de la Cruz Roja Internacional.

Los medios de comunicación dan la sensación que las liberaciones se realizaran pronto pero estas no suceden ya que no muestran la tensión real de lo que está sucediendo. Al respecto recuerdo que hace algunas semanas subscribí una carta donde un grupo de sacerdotes, religiosas y líderes espirituales invitaban a cristianos de las diferentes iglesias unirse a Colombianos y Colombianas por la Paz. Los sacerdotes, religiosas y líderes cristianos dicen en su carta entre otras cosa lo siguiente: “Sabemos, por la historia del conflicto colombiano y de otros conflictos similares en el mundo, que la confrontación armada, cierra la puerta a iniciativas ético-políticas que llevan a la paz justa y digna. Sabemos también, que la guerra existe a pesar nuestro, pero que su “humanización” es un imperativo ético-moral y un paso inaplazable para disminuir sufrimientos, evitar daños irreparables y generar las confianzas necesarias para emprender el proceso de paz verdadera que anhelamos y que el Evangelio nos exige.

Este grupo me hizo pensar en el gran aporte que ha realizado Colombianos y Colombianas por la Paz para que varias de las personas que estaban cautivas por la FARC estén hoy disfrutando de la libertad. Esta labor humanitaria nos permite espacios para otra lógica, lenguaje y acciones diferentes a las de la guerra de quienes participan en la confrontación armada que estamos viviendo. Por esta razón firme su carta para unirme a ellos y ellas e intentar como cristiano y colombiano participar en la labor de humanización del conflicto y así mantener la esperanza que lograremos una paz a partir del dialogo y la negociación política.

Creo que los cristianos tenemos mucho que aportar en una labor humanitaria como la que intentan realizar Colombianos y Colombianas y por la Paz por lo que me alegra en gran manera que el presidente haya autorizado a la Iglesia Católica a participar en el proceso de liberación. Pero de nuevo mi alegría dura poco ya que hace más de dos semanas se hizo este anuncio y aun el proceso no se inicia. Los medios de comunicación nos dicen que la FARC no se ha pronunciado sobre la participación de la iglesia católica y que Piedad está pendiente de una reunión con el gobierno para organizar la logística que permita las liberaciones.

De esta forma vemos como se impone la lógica de la guerra que no desea dar ninguna ventaja a su enemigo con lo que el espíritu y las acciones humanitarias pierden valor. Ante esto creo que además de la participación de la iglesia católica en esta labor humanitaria debemos buscar formas de participar como iglesias protestantes y evangélicas. Podríamos reclamar una presencia igual que la de la iglesia católica pero como en lo humanitario no se necesitan protagonismos por lo menos deberíamos iniciar jornadas de oración para pedir a Dios que el espíritu humanitario inunde Colombia y tenga más fuerza que los espíritus de la guerra que se han tomado nuestro país en los últimos años.

miércoles, 15 de julio de 2009

¡Empezar de nuevo, vivir normal, nivelarse o actualizarse¡

La experiencia de regresar a nuestra tierra ha sido de mucha alegría y esperanza. Estas nos han permitido ir poco a poco organizando nuestras cosas y asumiendo el trabajo que hemos empezado a realizar. En este proceso de organizar nuestras cosas surgen aspectos que nos ponen a pensar. Entre estos aspectos hay uno que me ha hecho reflexionar mucho ya que tiene implicaciones en la forma como estamos viviendo la vida diaria. Algunas personas nos dicen que tenemos que empezar de nuevo o actualizarnos, otras personas nos dicen que tenemos que regresar a vivir normales y a nuestros hijos en el colegio les dicen que tienen que nivelarse.

Personalmente pensaba que después de tres años fuera de Colombia habían sucedidos cambios en la situación del país, en la iglesia y en la gente, así como estos han sucedido en mi. Pensaba que tenía que actualizarme o aprender sobre todos estos cambios. A pesar que traía este pensamiento no ha sido fácil y hemos sentido tensión ya que en la realidad es difícil empezar de nuevo cuando uno ha mantenido relaciones con personas por muchos años, vivir normal no ha sido posible cuando se lucha con temores por la situación del país y nivelarse nos hace sentir como si viniéramos de un país atrasado a otro que está más desarrollado.

En realidad creo que sigo en un momento de mucho aprendizaje. Pero no sé si el aprendizaje es empezar de nuevo ya que cuando aprendemos incorporamos algo nuevo a nuestras vidas pero esto no es empezar de nuevo. Creo que el aprendizaje tampoco nos permite vivir normal en la realidad de Colombia la cual creo que es profundamente anormal. O también en algunos momentos he pensado que el anormal soy yo y por lo tanto nunca podre vivir normal. No entiendo lo de nivelarse ya no logro captar si es hacia arriba o hacia abajo. Por último me quedo con la idea que necesito actualizarme sobre la realidad y ahí me pregunto de acuerdo con quien ya que encuentro dos formas muy diferentes de expresar lo que está sucediendo.

Por una parte el gobierno actual insiste y repite que el país ha cambiado, que estos cambios han permitido que Colombia este mejor. Para el gobierno esto significa que en el país ya no hay paramilitares, a la guerrerilla le falta poco para ser derrotada, la crisis económica mundial no ha tenido graves efectos en la gente, el ejército protege los derechos humanos y el país está preparado para la inversión extranjera. Para el gobierno todo este bienestar es producto de su política de seguridad democrática y si alguien se opone a lo que dice es porque aun está influenciado o es defensor de las guerrillas y el terrorismo.

Para otros sectores esta realidad que intenta mostrar el gobierno es falsa ya que la guerrilla si bien ha sido golpeada, se mantiene y continúa atacando militarmente al ejército y a la población. El paramilitarismo se tomo instancias del ejecutivo, el legislativo, la justicia y hoy más que antes el proyecto político que ellos representan tienen control político, militar y económico de regiones rurales y urbanas. La economía ha entrado en recesión, se ha incrementado el desempleo en los últimos meses y la aprobación de un tratado de libre comercio con los Estados Unidos afectaría de manera negativa a muchos sectores del campo y a los pequeños y medianos empresarios y comerciantes.

Al ver lecturas tan diferentes de una misma realidad me pregunto a cuál de estas visiones me actualizo. Pero si no me actualizo y mantengo la misma lectura de la realidad entonces me pregunto ¿es que todo sigue igual? Y si todo sigue igual no necesito actualizarme. Tampoco puedo empezar de nuevo ya que todo sigue igual y vivir normal menos lo podre hacer ya que cuando salí de Colombia hace tres años era imposible hacerlo. Entonces lo único que me queda es mantener mis opciones y la esperanza que un día muy cercano los colombianos nos pondremos de acuerdo para poder vivir en paz e intentar ser coherente con los cambios que han sucedido en mí, así como continuar disfrutando de la alegría de regresar a mi tierra para ubicarme en el lugar a donde Dios me está llamando.

martes, 23 de junio de 2009

REGRESAR CARGADOS DE ESPERANZAS

La experiencia de regresar a nuestra tierra después de estar fuera por cerca de tres años ha tenido mucha emoción, alegría y expectativa al encontrarnos con amigos y realidades que apreciamos y pensamos que conocemos pero que también estamos consientes han cambiado como a nosotros nos ha sucedido durante todo este tiempo. En realidad son muchas cosas las que sucedieron y se agregaron a nuestra vida en los últimos años que nos toca seleccionar cuales son útiles y con cuales nos quedamos para adaptarnos de nuevo a nuestra antigua y nueva realidad.

Regresamos cargados de muchas esperanzas y con deseos de trabajar. Esto nos ha permitido iniciar un proceso adaptación para vivir de nuevo en nuestra tierra sabiendo que hay peligros ya que se mantiene un conflicto armado y social que afecta la vida de muchas personas y comunidades. Este conflicto es negado por un sector de la sociedad pero su realidad es evidente en la vida cotidiana de muchas comunidades e incluso los medios de comunicación muestran noticias que nos indican que el conflicto armado sigue vivo y produciendo muchas víctimas.

La familia, los colegas y las amistades nos han recibido con mucha alegría, fiesta y expectativa debido a la experiencia y los estudios que hicimos lo cual nos permitirá hacer aportar a la vida de la iglesia y a la Universidad Reformada (UR) donde ya empezamos a trabajar. También hemos compartido con amigos y amigas del movimiento ecuménico y de los derechos humanos donde esperamos seguir compartiendo y trabajando para aportar en la búsqueda de la paz en nuestro país.

Entre la alegría de llegar y ser recibidos por la familia y las amistades así como el organizar nuestra cosas han transcurridos estos primeros días, especialmente en Barranquilla donde además hemos sentido que estamos como recién casado ya que hemos tenido que comprar muchas cosas básicas que necesitamos en nuestra casa. Por otra parte ha sido de mucha alegría empezar a trabajar en la UR lo cual hemos empezado a hacer con calma para aprender sobre la procesos donde estaremos participando y cual será nuestro aporte a la vida de esta institución de educación superior.

El trabajo que me ofrecen en el campo de la investigación creo que es una de las cosas que más me ha emocionado hacer en los últimos años. Este tiene que ver con promover procesos donde las personas y las comunidades se pregunten sobre su realidad, estudien esta y produzcan aportes teóricos y propuestas que ayuden a crear nuevas formas de ver la realidad y de vivir como comunidades y como sociedad. Además de trabajar en el departamento de investigaciones de la UR también estaré enseñando en el segundo semestre de 2009 un curso sobre hermenéutica y otro sobre religiosidad popular y pentecostalismo en el programa de teología.

De esta manera nuestra experiencia de retorno nos permite tener un espacio de trabajo donde estaremos compartiendo nuestros conocimientos, fe y esperanza en una comunidad académica, social y religiosa que nos permitirá servir en sus proyectos comunitario. Tenemos un gran desafío ya que la UR es un proyecto educativo nuevo que intenta recoger la tradición reformada donde la educación es un proceso social que aporta en la transformación de las personas y la sociedad para hacer realidad la utopía de justicia y vida plena que anhelan y buscan todos los seres humanos.

jueves, 4 de junio de 2009

Tiempo para Afirmar Opciones

Nuestro tiempo en los Estados Unidos por cerca de tres años compartiendo con iglesias, con grupos ecuménicos, con organizaciones de derechos humanos y estudiando en McCormick lo valoro como un tiempo muy especial donde hemos podido afirmar opciones de fe para nuestra vida y sentirnos parte de una comunidad global que trabaja con la esperanza de hacer posible una nueva realidad guida por la búsqueda de la justicia y la paz entre los seres humanos y con la creación.

En primer lugar creo que pudimos experimentar la solidaridad, la acogida y el amor de muchas personas que nos mostraron que la fe nos puede ayudar a construir y fortalecer relaciones cuando se trata de trabajar juntos en la búsqueda de justicia y de bienestar para quienes más sufren el nuestro mundo. En este sentido el tema de Colombia fue importante pero nuestro horizonte se ha ampliado a que necesitamos trabajar por justicia y bienestar para muchos seres humanos y de la creación en diferentes lugares del mundo incluyendo los Estados Unidos.

La experiencia cristiana de fe ha sido importante durante todo este tiempo ya que ella nos permitió conocer y compartir en muchas iglesias y procesos ecuménicos donde vimos el interés y el compromiso de muchas personas por ayudar y trabajar por quienes más sufren en nuestro mundo. En esta experiencia de fe he podido también ampliar mi comprensión que los cristianos necesitamos estar abiertos a compartir y trabajar juntos con otros grupos religiosos y con sectores de la sociedad que trabajan en con los mismos objetivos que nosotros.

El hecho de trabajar con otras iglesias, grupos religiosos y organizaciones de derechos humanos es posible gracias a que compartimos un compromiso y una espiritualidad que tienen como centro la defensa de la dignidad humana y el cuidado de la vida de toda la naturaleza o lo que los cristianos llamamos la creación de Dios. Este compromiso y esta espiritualidad permiten que se superen diferencias y que los intereses de la humanidad sean más fuertes que los particulares de cada grupo.

La experiencia de estudiar me ayudo para fortalecer la disciplina de leer y escribir de manera más organizada y sistemática en una comunidad como McCormick que hace énfasis en la amplitud mental, en la diversidad y en la transculturalidad. Una limitación fuerte en este aspecto fue el desafío de aprender otra lengua que hace más difícil entender y vivir en una nueva cultura. Pero aprendimos que la limitación de un idioma no impide que construyamos amistad y podamos trabajar juntos.

En este sentido creo que logramos hacer estudios formales en McCormick que son muy importantes pero también logramos involucrarnos en un proceso de aprendizaje en el compartir con iglesias y con organizaciones de derechos humanos que tienen un valor igual o mayor que los estudios formales para obtener un grado académico.

En general creo que se han fortalecido tres aspectos en las opciones que hemos aprendido en nuestra vida de fe. Uno es la importancia de participar en una comunidad de fe o iglesia que esté comprometida con el anuncio del evangelio como buenas nuevas de justicia y paz; otro el valor de estar siempre involucrado en procesos de estudio y aprendizaje de nuevas realidad y formas de entender el mundo, y también el participar en procesos donde como ciudadanos nos comprometamos a trabajar por un orden social más democrático donde juntos nos protejamos y cuidemos la naturaleza.

sábado, 23 de mayo de 2009

The Grace and Goodness of God/La Gracia y Bondad de Dios


Our time in the United States has been an opportunity to enjoy the immense grace and goodness of God. Today as we are preparing to return to our country, we thank God and you for the support and love that we received from each individual, church, presbytery, and person of General Assembly, McCormick and CRLN who welcomed us as part of the family of faith in Jesus Christ.

We wish to share our gratitude to God and to you with the following prayer:

By your grace and goodness oh God, brothers and sisters of the PC (USA) accompanied and sheltered us in times of fear to make us feel safe and protected from threats and danger that we were living in Colombia.

By your grace and goodness oh God, people and churches supported us so that we could live with everything that we needed as part of the family of faith that is the PC (USA).

By your grace and goodness oh God, the seminaries offered us study to advance our pastoral training and thus we have strengthened our vocation and commitment to proclaim the good news of the gospel.

By your grace and goodness oh God, churches and presbyteries received us to share the situation of displaced people in Colombia. In them, we have seen the solidarity with those who suffer most in our country.

By your grace and goodness oh God, our faith has grown. This prompts us to return to our country to share the gifts that we have received with the Presbyterian Church of Colombia and the communities that still suffer poverty and violence. Amen.

We know that you are asking and are concerned about the dangers in our return to Colombia. We know that the situation in our country is still difficult but we are trusting in God who has protected us and who will continue to shelter our lives from all threats.

The grace and goodness of God that we have shared among you will allow to us be in the communion of the Holy Spirit, to continue working together for the hope of justice and peace in Colombia.

En Español

Nuestro tiempo en Estados Unidos ha sido una oportunidad para disfrutar de la inmensa bondad y de la gracia de Dios a través de la forma como nos recibieron y nos han apoyado durante el tiempo que hemos vivido entre ustedes. Hoy cuando estamos preparando el regreso a nuestro país nosotros agradecemos a Dios y a ustedes por su acompañamiento y por el amor que recibimos de cada persona, las iglesias, los presbiterios, el personal de la Asamblea General, McCormick y CRLN quienes nos acogieron como partes de la familia de la fe en Jesucristo.

Deseamos compartir nuestra gratitud a Dios y a ustedes por medio de la siguiente oración:

Por tu gracia y bondad oh Dios, hermanos y hermanas de la PC (USA) nos acompañaron y protegieron en tiempos de miedo para hacernos sentir seguro y protegidos ante las amenazas y el peligro que estábamos viviendo en Colombia.

Por tu gracia y tu bondad oh Dios, personas e iglesias nos apoyaron y sostuvieron para que pudiéramos vivir con todo lo necesario como parte de la familia de fe que es la PC (USA).

Por tu gracia y tu bondad oh Dios, instituciones educativas nos ofrecieron estudios para cualificar nuestra formación pastoral y de esta manera hemos afirmado nuestra vocación y compromiso con la proclamación de las buenas nuevas del evangelio.

Por tu gracia y bondad oh Dios, iglesias y presbiterios nos recibieron para compartir sobre la situación de las personas desplazadas en Colombia. En ellos nosotros hemos vistos la solidaridad con quienes más sufren en nuestro país.

Por tu gracia y tu bondad oh Dios, nuestra fe ha crecido. Esto nos mueve a regresar a nuestro país para compartir los regalos que hemos recibido con la Iglesia Presbiteriana de Colombia y con las comunidades que siguen sufriendo la pobreza y la violencia. Amén.

Conocemos que ustedes se preguntan y están preocupados sobre los peligros a nuestro regreso a Colombia. Nosotros conocemos que la situación en nuestro país sigue difícil pero estamos confiando en Dios quien nos ha protegido y quien continuara liberando nuestras vidas de todo amenaza.

La gracia y la bondad de Dios que hemos compartido entre ustedes nos permitirán estar en la comunión del Espíritu Santo para seguir trabajando juntos por la esperanza de justicia y paz en Colombia.

Adelaida, Milton, Iván y Andrés.
Chicago Mayo 2009