jueves, 30 de abril de 2009

Desplazamiento Forzado en Colombia durante el 2008

En estos días pude leer el informe de Codhes sobre el desplazamiento forzado en Colombia durante el 2008. Este refleja la grave crisis humanitaria y de violación de derechos humanos que se mantiene como un circulo en movimiento donde algunas veces gira más rápido y otras disminuye pero siempre aumentando los daños a las comunidades y grupos sociales que sufren su efecto inhumano.

Según Codhes durante el 2008 alrededor de 380.863 personas (76.172 núcleos familiares) fueron obligados a abandonar sus lugares de vivienda o trabajo para sumarse al universo de víctimas de este delito de lesa humanidad. Durante el 2008 se produjo un incremento del 24.47 % de los desplazados en relación al 2007.

Desde el 2006 el desplazamiento muestra una tendencia creciente que refleja la consolidación de hegemonías armadas ilegales tras cruentas luchas en las cuales la población campesina se convirtió en objetivo militar donde sus tierras y sus bienes son un botín de guerra. Con esta cifra del 2008 se demuestra que en los últimos tres años (221.638 desplazados en 2006 y 305.638 en 2007) ha habido cerca de un millón de desplazados y desde 1985 a 2008 se estima que los desplazados forzados han sido cerca de 4.628.882.

Desde el año 2000 al 2008 por lo menos 385.000 familias abandonaron alrededor de 5.5 millones de hectáreas. Estas tierras pasaron a otros dueños, lo que se convierte en una expropiación de hechos que sigue ocurriendo en varias regiones del país.

El conflicto armado se mantiene pero sus manifestaciones han cambiado, sus protagonistas se reacomodaron y modificaron los manuales de combate y prácticas a la vulneración de los derechos humanos, emergieron nuevas zonas que aseguran la continuación del conflicto y subsiste el narcotráfico como combustible para garantizar la guerra.

El gobierno ha incrementado la ofensiva a las guerrillas debido al fortalecimiento de la fuerza pública que pasó de 249.924 en 2006 a 431.253 hombres y mujeres con los cuales cuenta en estos momentos. Esto significa que Colombia es el país con mayor incremento de integrantes de la fuerza pública en América Latina y dedica el 6.5 del producto bruto interno a los gastos de seguridad y defensa.

Con este incremento de la fuerza pública y con el alto gasto en seguridad se han dado fuertes golpes a la Farc y los mandos militares anuncian que se acerca su fin. Pero crecen las voces que dicen que este fin no es seguro y los éxitos militares se ven empañados con las graves denuncias de ejecuciones en las cuales están comprometidos altos mando militares. A estas ejecuciones las llaman falsos positivos.

Durante el 2008 se fortalecieron los grupos paramilitares que no se desmovilizaron, se consolidaron los grupos de desmovilizados que siguieron realizando sus actividades criminales y se generalizo el reclutamiento de nuevos integrantes de estos grupos que adoptaron nuevos nombres. Estos grupos declaran la guerra a las víctimas que se atreven a reclamar sus derechos, a los líderes sociales y hacen control social con amenazas masivas contra lo que ellos llaman delincuentes comunes en las ciudades y en las regiones.

La Farc para responder a la ofensiva del ejército ha reorganizado sus frentes de guerra, acudió a acciones proscritas en el derecho internacional humanitario y se le atribuyen crímenes de guerra en contra de la población civil, especialmente contra grupos indígenas. ver informe completo en http://www.codhes.org/index.php?option=com_content&task=view&id=463

Con este panorama que presenta el informe de Codhes y de seguir las con esta misma tendencia del conflicto la crisis humanitaria de las comunidades se incrementara y seguirá creciendo el desplazamiento. Creo que se necesita romper con esta tendencia y con las lógicas que fortalecen esta. Necesitamos seguir fortaleciendo el movimiento de los ciudadanos que exigimos la paz que nos permitan parar el crecimiento y dar atención a esta crisis humanitaria. Junto con esto tenemos que pensar la forma de cortar este círculo de guerra para que no haya más desplazados y podamos construir una propuesta de paz que este besada en la justicia y en la reparacion a las victimas de la guerra.

domingo, 12 de abril de 2009

Viacrusis: Caminar por la Justicia

Viacrucis del Viernes Santo: Caminar por la Justicia

El Viernes Santo entre las 12 del medio día a las 3:00 pm cerca 80 organizaciones religiosas que fueron convocadas por el Centro 8va. Día por la Justicia revivieron el viacrucis de Jesús en el centro de Chicago. El tema del viacrucis fue: “¿Quien cargara la cruz del mundo? recordar, hablar, actuar e imaginar.” Fue impresionante ver cómo fueron llegando los representantes de los diferentes grupos religiosos con sus participaciones preparadas para caminar en el frio y con un fuerte viento por las principales calles del centro de Chicago.

Al ver llegar a los participantes con los símbolos de sus presentaciones y después ver lo que hicieron en cada estación de la cruz pudimos darnos cuenta que cada grupo había recordado a Jesús quien cargó la cruz y también habían imaginado quienes continuaban cargando esta cruz en nuestro tiempo. Creo que el hecho de recordar e imaginar el dolor que produce cargar la cruz nos daba fuerza para caminar, hablar, cantar y orar con voz muy fuerte en el centro de Chicago para que se escuchara el grito de Jesús y de quienes continúan cargando la cruz en nuestros días.

En cada estación se representaron y hablaron grupos que continúan cargando la cruz. Entre estos grupos están los jóvenes que son reclutados por los ejércitos para participar en guerras donde son asesinados; los trabajadores a quienes les son violados sus derechos en nombre de un sistema económico injusto; los inmigrantes quienes siguen muriendo de muchas formas; las mujeres que siguen sufriendo violencia de género; el medio ambiente que es destruido en nombre del desarrollo y de la producción de riqueza para unos pocos; los desplazados en Colombia quienes viven la mayor crisis humanitaria de nuestro hemisferio; los torturados; las mujeres que no son ordenadas y los grupos que por su orientación sexual son discriminados en las iglesias.

En realidad creo que nunca había participado en un acto religioso donde estuviéramos juntos y representados tantos grupos que continuamos cargando la cruz que impone un sistema religioso, político y económico que al igual que en el tiempo de Jesús sigue hoy crucificando. Estas cruces son la discriminación, la imposición de leyes injustas y una economía que solo busca el bienestar de pequeños y selectos grupos de personas en el mundo.

Como colombiano me impresiono la forma como fueron representados los desplazados de Colombia. Las iglesias y las organizaciones religiosas hicimos cuatro mil muñecas de papel que representaban a los cuatro millones de desplazados y en la séptima estación mientras mujeres leían una oración por las víctimas de la violencia en Colombia los muñecos fueron presentados por miembros de las iglesias y de las comunidades. De entre los participantes salieron muchas personas con los muñecos en sus manos que representaban a los desplazados y sentí que los colombianos no estamos solos en nuestro crisis y en nuestra lucha por verdad, justicia y reparación.

Creo que esta experiencia me confirma que la cruz que siguen cargando millones de seres humanos en nuestros días produce un terrible dolor y sufrimiento pero al ver la participación de las comunidades creo que la esperanza de los crucificados y de las comunidades solidarias es más fuerte que la cruz. Los participantes mostramos que juntos podemos cargar las cruces que producen muerte y juntos podemos ser solidarios en nuestras luchas para que haya justicia y resurrección. Esto es, si la cruz la continúan cargando millones seres humanos en el mundo, la única forma cómo podemos superar esta cruz es que como comunidades crucificadas y solidarias nos unamos en una sola luchas por una vida digna y por justicia que nos permita vivir de manera plena.

Por lo tanto la pregunta que fue el tema de esta viacrucis ¿Quién cargara la cruz del mundo? Creo que la contestamos juntos como comunidad afirmando: La crucificados no están solos cargando la cruz. Dios y las comunidades solidarias se unen a los grupos y personas crucificadas para cargar la cruz, de esta forma le quietamos a la cruz su poder de matar y podemos trabajar juntos por justicia para que no haya más seres humanos crucificados. O dichos en otras palabras para que todos los seres humanos y la creación podamos disfrutar de la vida abundante que Jesús no regalo con su resurrección.

Milton Mejia

domingo, 5 de abril de 2009

Sobre la Cruz y la Resurrección

La Cruz y la Resurrección nos Muestra la Realidad del Mal y la Justicia de Dios.

Los cristianos hemos hecho de la cruz un objeto de decoración. Tenemos cruces muy hermosas en los templos y tenemos cruces para uso personal de muchas formas, materiales y valores.

La teología tradicional dice que con la cruz Dios nos enseña a obedecer. Otras teologías dicen que la cruz es consecuencia del servicio a Dios, especialmente cuando los cristianos asumen un compromiso profético.

Durante estos días de semana santa cuando recordamos la muerte de Jesús en la cruz los cristianos no debemos olvidar lo que significó la cruz para Jesús y lo que Dios nos mostró con la resurrección de un crucificado. Al respecto deseo compartir lo siguiente:

La experiencia de Jesús en la cruz nos muestra la realidad y el poder del mal para producir sufrimiento social y político en nuestro mundo.

En primer lugar la biblia y especialmente el Antiguo testamento en las leyes en Deuteronomio dice que quien era colgado de un árbol estaba bajo la maldición de Dios (Dt. 21:22-23). La ley judía consideraba que una persona podía ser apedreada hasta morir y después de muerte podía ser colgada en un árbol para enseñar a todo el pueblo las consecuencias de la violación de la ley y para aumentar la deshonra ante Dios y ante la comunidad.

Los romanos crucificaban a los esclavos, a los rebeldes, a piratas, a sus enemigos políticos y a los criminales. La crucifixión era considerada como la forma más vergonzosa y desafortunada de morir. En la crucifixión, al estilo romano, los condenados sufrían una muerte lenta por sofocación. El cuerpo era mantenido en la cruz por varios días para que fuera devorado por los buitres y otras aves.

En la muerte de Jesús en la cruz participaron las autoridades judías y romanas. Las autoridades judías tenían grandes diferencias con las autoridades romanas ya que los consideraban una fuerza de ocupación y dominación pero entregaron a Jesús a los romanos para que ellos lo crucificaran. De esta forma vemos como los poderosos que gobernaban en el tiempo de Jesús trataban a las personas que ponían en peligro sus intereses.

Las autoridades Judías y las romanas usaron la ley y el nombre de Dios para asesinar a Jesús en la cruz. La cruz se convierte en un símbolo de miedo y terror para decirle a todo el pueblo que la realidad no podía cambiar. Y quienes intentaran hacer cambios sociales y políticos terminaban crucificados.

Jesús enfrenta a quienes crucifican y producen sufrimiento.

Jesús no fue el único crucificado en su tiempo. Los romanos hacían crucifixiones masivas. Algunas muy famosas se realizaron en el 73-71 AC como resultado de la rebelión que lidero Espartaco. Otra fue durante la destrucción de Jerusalén en el 70 DC. El historiador Josefo muestra a los romanos crucificando a la gente en las paredes de Jerusalén y cuenta también que los romanos crucificaban a los rebeldes en distintas posiciones.

Jesús conocía los planes de las autoridades judías para asesinarlo ya que en varias ocasiones los evangelios muestran como Jesús había escapado a sus intenciones. Sin embargo Jesús continúa su camino a Jerusalén. Jerusalén era la ciudad donde se concentraba el poder religioso y político de los judíos y los romanos. Algunos dicen que Jesús busco la cruz pero los evangelios dicen que él pidió que Dios no permitiera su muerte.

En Jerusalén vemos como las autoridades judías y romanas que tenían diferencias se ponen de acuerdo para producir la muerte de Jesús. Ante este acuerdo Jesús enfrenta a las dos autoridades los deja en evidencia de cómo actúan. Ellos tienen diferencias pero se ponen de acuerdo para impedir la nueva realidad que Dios quiere hacer posible en Jesús.

Si nosotros revisamos la historia a partir de la muerte de Jesús en la cruz nos damos cuenta que las autoridades actúan siempre de esta manera cuando solo están para conservar su poder. Ellos planean el mal al cual llaman bien. Ellos producen sufrimiento y le dicen a la gente que este es necesario para tener seguridad y salvación. La muerte de Jesús en la cruz parece decirnos que el mal y el sufrimiento que producen los poderosos es la realidad que domina nuestro mundo.

Dios resucita a Jesús y nos dice que es posible un mundo sin crucificados donde no haya sufrimiento.

Nunca debemos olvidar que el resucitado fue un crucificado. También debemos darnos cuenta que los poderosos no han cambiado su forma de mantener el poder. Ellos utilizan nuevas formas de crucificar para producir mal y sufrimiento. Ellos siguen justificando el mal que producen diciendo que hacen bien y que buscan nuestra seguridad.

Por esta razón Dios interviene en la historia para mostrar que el poder que produce el mal y el sufrimiento no es quien controla el mundo. La resurrección nos dice que Dios está con los crucificados de la historia quienes están confrontando el poder y su capacidad de hacer mal y producir sufrimiento. Con la muerte en la cruz y la resurrección de Jesús Dios hace posible una nueva realidad donde el mal puede ser superado. Los primeros cristianos entendieron esto y como Jesús continuaron resistiendo a los poderosos para impedir que ellos siguieran produciendo mal y sufrimiento.

Los cristianos tenemos en Jesús un ejemplo de la forma cómo podemos resistir el mal y cambiar la realidad de sufrimiento de millones de seres humanos. La resurrección anticipa y nos invita a participar del plan de Dios donde el mal y del sufrimiento serán erradicados de su creación. Mientras este plan de Dios se está realizando Jesús el crucificado que Dios resucitó es nuestro líder para decirles a las autoridades que gobiernan que su poder tiene límites. Que ellos tienen que detener el mal y el sufrimiento que producen con las guerras y con las medidas económicas que mantienen en la pobreza y en crisis humanitarias a millones de seres humanos.

En Jesús Dios está construyendo otra realidad. Esta nueva realidad la están construyendo los crucificados no desde la lógica del poder sino desde el amor, la justicia y el cuidado de la vida. En otras palabras la resurrección significa que por sobre el mal prevalece el amor, la justicia y el cuidado de la vida. Especialmente el cuidado de quienes tienen sus vidas amenazadas. Nuestra invitación es para que nos unamos a esta nueva realidad que Jesús ha iniciado.

Milton Mejía