sábado, 23 de mayo de 2009

The Grace and Goodness of God/La Gracia y Bondad de Dios


Our time in the United States has been an opportunity to enjoy the immense grace and goodness of God. Today as we are preparing to return to our country, we thank God and you for the support and love that we received from each individual, church, presbytery, and person of General Assembly, McCormick and CRLN who welcomed us as part of the family of faith in Jesus Christ.

We wish to share our gratitude to God and to you with the following prayer:

By your grace and goodness oh God, brothers and sisters of the PC (USA) accompanied and sheltered us in times of fear to make us feel safe and protected from threats and danger that we were living in Colombia.

By your grace and goodness oh God, people and churches supported us so that we could live with everything that we needed as part of the family of faith that is the PC (USA).

By your grace and goodness oh God, the seminaries offered us study to advance our pastoral training and thus we have strengthened our vocation and commitment to proclaim the good news of the gospel.

By your grace and goodness oh God, churches and presbyteries received us to share the situation of displaced people in Colombia. In them, we have seen the solidarity with those who suffer most in our country.

By your grace and goodness oh God, our faith has grown. This prompts us to return to our country to share the gifts that we have received with the Presbyterian Church of Colombia and the communities that still suffer poverty and violence. Amen.

We know that you are asking and are concerned about the dangers in our return to Colombia. We know that the situation in our country is still difficult but we are trusting in God who has protected us and who will continue to shelter our lives from all threats.

The grace and goodness of God that we have shared among you will allow to us be in the communion of the Holy Spirit, to continue working together for the hope of justice and peace in Colombia.

En Español

Nuestro tiempo en Estados Unidos ha sido una oportunidad para disfrutar de la inmensa bondad y de la gracia de Dios a través de la forma como nos recibieron y nos han apoyado durante el tiempo que hemos vivido entre ustedes. Hoy cuando estamos preparando el regreso a nuestro país nosotros agradecemos a Dios y a ustedes por su acompañamiento y por el amor que recibimos de cada persona, las iglesias, los presbiterios, el personal de la Asamblea General, McCormick y CRLN quienes nos acogieron como partes de la familia de la fe en Jesucristo.

Deseamos compartir nuestra gratitud a Dios y a ustedes por medio de la siguiente oración:

Por tu gracia y bondad oh Dios, hermanos y hermanas de la PC (USA) nos acompañaron y protegieron en tiempos de miedo para hacernos sentir seguro y protegidos ante las amenazas y el peligro que estábamos viviendo en Colombia.

Por tu gracia y tu bondad oh Dios, personas e iglesias nos apoyaron y sostuvieron para que pudiéramos vivir con todo lo necesario como parte de la familia de fe que es la PC (USA).

Por tu gracia y tu bondad oh Dios, instituciones educativas nos ofrecieron estudios para cualificar nuestra formación pastoral y de esta manera hemos afirmado nuestra vocación y compromiso con la proclamación de las buenas nuevas del evangelio.

Por tu gracia y bondad oh Dios, iglesias y presbiterios nos recibieron para compartir sobre la situación de las personas desplazadas en Colombia. En ellos nosotros hemos vistos la solidaridad con quienes más sufren en nuestro país.

Por tu gracia y tu bondad oh Dios, nuestra fe ha crecido. Esto nos mueve a regresar a nuestro país para compartir los regalos que hemos recibido con la Iglesia Presbiteriana de Colombia y con las comunidades que siguen sufriendo la pobreza y la violencia. Amén.

Conocemos que ustedes se preguntan y están preocupados sobre los peligros a nuestro regreso a Colombia. Nosotros conocemos que la situación en nuestro país sigue difícil pero estamos confiando en Dios quien nos ha protegido y quien continuara liberando nuestras vidas de todo amenaza.

La gracia y la bondad de Dios que hemos compartido entre ustedes nos permitirán estar en la comunión del Espíritu Santo para seguir trabajando juntos por la esperanza de justicia y paz en Colombia.

Adelaida, Milton, Iván y Andrés.
Chicago Mayo 2009

domingo, 10 de mayo de 2009

Chuzadas del DAS incluyen a lider de la Red Ecumenica de Colombia

En comunicación hecha pública el pasado 30 de abril Osvaldo Ardila, Secretario Ejecutivo de la Red Ecuménica de Colombia, rechazo enérgicamente la inclusión de su nombre, otras organizaciones sociales, miembros de la justicia, periodistas, defensores de derechos humanos, políticos y religiosos en las “chuzadas” telefónicas, del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), promovidas por alguna siniestra mano que busca causar daño, intimidar y negar fundamentales derechos a los ciudadanos.

Esta información demuestra que de las chuzadas ningún sector social o religioso en Colombia se ha salvado. Osvaldo es un amigo cristiano de muchos años con un fuerte compromiso por anunciar el evangelio a los sectores sociales más pobres. Esto lo ha llevado a involucrarse en el trabajo ecuménico y social por los derechos humanos y en la búsqueda de la paz.

Osvaldo Ardila es sociólogo y ha sido un destacado líder de la Iglesia Bautista de Colombia que ha trabajado con Visión Mundial y en la Comisión de Restauración y Paz del Consejo Evangélico de Colombia (CEDECOL). Osvaldo quien es Secretario Ejecutivo de la Red Ecuménica de Colombia desde hace dos años ha recibido amenazas, que lo han obligado a cambiar de vivienda en el último año, en el comunicado dice: “Responsabilizo al Gobierno de cualquier acto atentatorio contra mi vida y la de mi familia que les pudiera acontecer, lo mismo que, por la violación a las garantías consagradas en la Constitución y Declaración Universal de los Derechos Humanos.”

Las “chuzadas” telefónicas y a correos electrónicos han sido el nombre que los medios de comunicación en Colombia le han dado a la forma como el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) ha hecho inteligencia a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, políticos de oposición, periodistas y defensores de derechos humanos. Este organismo en Colombia depende directamente de la presidencia.

Según el último editorial de la Consultoría para los Derechos Humanos (CODHES) esta situación no es nueva. Desde hace dos años, CODHES denunció ante la Fiscalía el robo de información en sus oficinas en Bogotá, que de manera sistemática y selectiva se produjo entre 2007 y 2008, mediante la sustracción de discos duros y equipos que contenían cifras sobre desplazamiento forzado, despojo de tierras y seguimiento de las dinámicas y tendencias del conflicto armado en zonas de frontera. También denunciamos las amenazas que llegaron a los correos institucionales de CODHES y de otras organizaciones sociales del país.

La investigación se cerró sin que se pudiera establecer responsables intelectuales y materiales de estos delitos. Ahora se conoce que en el departamento de contrainteligencia del DAS, la agencia que adelanta labores de inteligencia para la presidencia de la república, existe una carpeta dedicada a CODHES y a otras organizaciones de derechos humanos como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Comisión Colombiana de Juristas y el Centro de Investigación y Educación Popular CINEP.

La denuncia de Osvaldo y el editorial de CODHES ponen de manifiesto la situación de todas las personas y organizaciones que trabajan por la paz y los derechos humanos que se sienten en peligro ante la violación de sus derechos a la privacidad y por los antecedentes de otras personas que han sido vigiladas por el DAS, quienes han sufrido persecución y han atentado contra sus vidas.