martes, 23 de junio de 2009

REGRESAR CARGADOS DE ESPERANZAS

La experiencia de regresar a nuestra tierra después de estar fuera por cerca de tres años ha tenido mucha emoción, alegría y expectativa al encontrarnos con amigos y realidades que apreciamos y pensamos que conocemos pero que también estamos consientes han cambiado como a nosotros nos ha sucedido durante todo este tiempo. En realidad son muchas cosas las que sucedieron y se agregaron a nuestra vida en los últimos años que nos toca seleccionar cuales son útiles y con cuales nos quedamos para adaptarnos de nuevo a nuestra antigua y nueva realidad.

Regresamos cargados de muchas esperanzas y con deseos de trabajar. Esto nos ha permitido iniciar un proceso adaptación para vivir de nuevo en nuestra tierra sabiendo que hay peligros ya que se mantiene un conflicto armado y social que afecta la vida de muchas personas y comunidades. Este conflicto es negado por un sector de la sociedad pero su realidad es evidente en la vida cotidiana de muchas comunidades e incluso los medios de comunicación muestran noticias que nos indican que el conflicto armado sigue vivo y produciendo muchas víctimas.

La familia, los colegas y las amistades nos han recibido con mucha alegría, fiesta y expectativa debido a la experiencia y los estudios que hicimos lo cual nos permitirá hacer aportar a la vida de la iglesia y a la Universidad Reformada (UR) donde ya empezamos a trabajar. También hemos compartido con amigos y amigas del movimiento ecuménico y de los derechos humanos donde esperamos seguir compartiendo y trabajando para aportar en la búsqueda de la paz en nuestro país.

Entre la alegría de llegar y ser recibidos por la familia y las amistades así como el organizar nuestra cosas han transcurridos estos primeros días, especialmente en Barranquilla donde además hemos sentido que estamos como recién casado ya que hemos tenido que comprar muchas cosas básicas que necesitamos en nuestra casa. Por otra parte ha sido de mucha alegría empezar a trabajar en la UR lo cual hemos empezado a hacer con calma para aprender sobre la procesos donde estaremos participando y cual será nuestro aporte a la vida de esta institución de educación superior.

El trabajo que me ofrecen en el campo de la investigación creo que es una de las cosas que más me ha emocionado hacer en los últimos años. Este tiene que ver con promover procesos donde las personas y las comunidades se pregunten sobre su realidad, estudien esta y produzcan aportes teóricos y propuestas que ayuden a crear nuevas formas de ver la realidad y de vivir como comunidades y como sociedad. Además de trabajar en el departamento de investigaciones de la UR también estaré enseñando en el segundo semestre de 2009 un curso sobre hermenéutica y otro sobre religiosidad popular y pentecostalismo en el programa de teología.

De esta manera nuestra experiencia de retorno nos permite tener un espacio de trabajo donde estaremos compartiendo nuestros conocimientos, fe y esperanza en una comunidad académica, social y religiosa que nos permitirá servir en sus proyectos comunitario. Tenemos un gran desafío ya que la UR es un proyecto educativo nuevo que intenta recoger la tradición reformada donde la educación es un proceso social que aporta en la transformación de las personas y la sociedad para hacer realidad la utopía de justicia y vida plena que anhelan y buscan todos los seres humanos.

jueves, 4 de junio de 2009

Tiempo para Afirmar Opciones

Nuestro tiempo en los Estados Unidos por cerca de tres años compartiendo con iglesias, con grupos ecuménicos, con organizaciones de derechos humanos y estudiando en McCormick lo valoro como un tiempo muy especial donde hemos podido afirmar opciones de fe para nuestra vida y sentirnos parte de una comunidad global que trabaja con la esperanza de hacer posible una nueva realidad guida por la búsqueda de la justicia y la paz entre los seres humanos y con la creación.

En primer lugar creo que pudimos experimentar la solidaridad, la acogida y el amor de muchas personas que nos mostraron que la fe nos puede ayudar a construir y fortalecer relaciones cuando se trata de trabajar juntos en la búsqueda de justicia y de bienestar para quienes más sufren el nuestro mundo. En este sentido el tema de Colombia fue importante pero nuestro horizonte se ha ampliado a que necesitamos trabajar por justicia y bienestar para muchos seres humanos y de la creación en diferentes lugares del mundo incluyendo los Estados Unidos.

La experiencia cristiana de fe ha sido importante durante todo este tiempo ya que ella nos permitió conocer y compartir en muchas iglesias y procesos ecuménicos donde vimos el interés y el compromiso de muchas personas por ayudar y trabajar por quienes más sufren en nuestro mundo. En esta experiencia de fe he podido también ampliar mi comprensión que los cristianos necesitamos estar abiertos a compartir y trabajar juntos con otros grupos religiosos y con sectores de la sociedad que trabajan en con los mismos objetivos que nosotros.

El hecho de trabajar con otras iglesias, grupos religiosos y organizaciones de derechos humanos es posible gracias a que compartimos un compromiso y una espiritualidad que tienen como centro la defensa de la dignidad humana y el cuidado de la vida de toda la naturaleza o lo que los cristianos llamamos la creación de Dios. Este compromiso y esta espiritualidad permiten que se superen diferencias y que los intereses de la humanidad sean más fuertes que los particulares de cada grupo.

La experiencia de estudiar me ayudo para fortalecer la disciplina de leer y escribir de manera más organizada y sistemática en una comunidad como McCormick que hace énfasis en la amplitud mental, en la diversidad y en la transculturalidad. Una limitación fuerte en este aspecto fue el desafío de aprender otra lengua que hace más difícil entender y vivir en una nueva cultura. Pero aprendimos que la limitación de un idioma no impide que construyamos amistad y podamos trabajar juntos.

En este sentido creo que logramos hacer estudios formales en McCormick que son muy importantes pero también logramos involucrarnos en un proceso de aprendizaje en el compartir con iglesias y con organizaciones de derechos humanos que tienen un valor igual o mayor que los estudios formales para obtener un grado académico.

En general creo que se han fortalecido tres aspectos en las opciones que hemos aprendido en nuestra vida de fe. Uno es la importancia de participar en una comunidad de fe o iglesia que esté comprometida con el anuncio del evangelio como buenas nuevas de justicia y paz; otro el valor de estar siempre involucrado en procesos de estudio y aprendizaje de nuevas realidad y formas de entender el mundo, y también el participar en procesos donde como ciudadanos nos comprometamos a trabajar por un orden social más democrático donde juntos nos protejamos y cuidemos la naturaleza.