viernes, 10 de diciembre de 2010

En el día de los Derechos Humanos

La lucha y en entendimiento de los derechos humanos siempre están en expansión como la vida

Los sectores tradicionales de izquierda han hecho una crítica a los derechos humanos afirmando que estos son productos de la sociedad capitalista que fomenta la búsqueda de libertad individual y la acumulación de la propiedad privada en detrimento de los intereses y del bienestar social y colectivo.

Ante esta crítica tenemos que decir que este dualismo entre lo individual y lo social hoy está muy cuestionado. Este hace parte de una forma de entender la vida que divide al ser humano entre materia y espíritu, divide la naturaleza entre lo que tiene vida y lo que no tiene y divide al ser humano separando sus intereses particulares como hombre y mujer del bienestar de toda la sociedad. Esto genera división o separación entre la ética y la política, entre la economía y la democracia y desde luego en los derechos humanos entendidos como individuales y colectivos.

La forma cómo surge la vida y como esta se auto organiza nos muestra que estos dualismo no existen sino que al contrario todo está integrado en sistemas complejos donde hay interrelación, cooperación y contradicciones que van de lo que nos parece caos o desorden a la creación de nuevas formas de orden o de recrear y reorganizar la vida y la sociedad. En estos sistemas complejos no hay dualismo, hay una gran variedad de acoplamiento y de relaciones dialécticas que buscan el equilibrio para la protección y la recreación de la vida.

Creo que en la modernidad por medio de los derechos humanos se empezó a desarrollar un entendimiento de la vida en una lucha entre los dualismos y una concepción integral de los seres humanos y de la vida. Los derechos humanos primero fueron divididos entre derechos civiles y políticos, después entre estos y los económicos, junto con los sociales y culturales. Hoy el dualismo insiste que hay derechos individuales y colectivos o del ser humano y de la naturaleza. Otros de acuerdo al entendimiento de los sistemas complejos afirmamos que los derechos humanos son inalienables, integrales, indivisibles y de plena aplicación para todos los seres humanos y todas las formas de vida.

Para que este entendimiento de los derechos humanos se dé necesitamos que nuestras sociedades se construyan a partir de la forma como se crea o reproduce la vida. Estos es, en la naturaleza toda forma de vida se reproduce afirmando su identidad, su identidad la hace diferente pero le permite definir que aportara en las relaciones de reproducción de la vida. Esto aplicado a los seres humanos quiere decir que nosotros tenemos conciencia de nuestra dignidad y derechos cuando afirmamos nuestro valor e identidad como personas y cuando somos consientes que podemos aportar como sujetos en la construcción de nuestra sociedad.

Creo que este principio de afirmación de la identidad es lo que está en la biblia en la creación y en la intervención de Dios en la historia a través de Jesús. El ser humano descubre su identidad y su dignidad cuando es consciente que tiene la imagen y es hijo-hija de Dios. Esta identificación le hace entrar en relación con Dios no solamente como objeto pasivo de su amor sino como sujeto en el cual Dios mismo actúa para seguir con su proyecto creador y liberador de todas las formas de dominación que tiene el mal.

Quienes estudian la vida y la sociedad desde esta perspectiva han descubierto que si este principio se aplica tanto en lo personal como en las diferentes formas de organización social empezando desde los grupos pequeños hasta los más complejos se logran construir relaciones de afirmación de identidades donde cada persona y cada grupo aporta en la recreación de la vida en un equilibrio donde se dan contradicciones, acoplamientos y colaboración. Creo que este es el mismo principio de la teología reformada donde siempre estamos en proceso de reforma o de recreación de la vida y de la sociedad pero hoy tenemos que agregar que esto es posible cuando se desarrollan procesos de auto organización y de auto regulación a partir de la afirmación de identidades. Esto es lo que permite aportar como sujetos en la construcción de la sociedad empezando desde lo personal e incluyendo todas nuestras relaciones sociales y con la naturaleza.

Un entendimiento de los derechos humanos desde esta perspectiva nos afirma como seres humanos integrales con valor inalienable, identidad irrepetible y con capacidad de aportar en todas las esferas de la sociedad sin hacer los dualismos tradicionales. Esto nos permite avanzar como responsables en la protección y recreación de la vida en el presente y futuro. De esta forma los derechos humanos están siempre en expansión gracias al principio de auto protección, de recreación de la vida y de trascendencia que tenemos como humanos creados a la imagen de Dios.

Milton Mejía, Coordinador Observatorio Iglesia y Sociedad en Colombia

10 de diciembre de 2010