Introducción
Las reflexiones de esta presentación
son producto del dialogo con algunos y algunas lideres de iglesias y del
movimiento ecuménico sobre el contexto global, su influencia en la región y la
forma como las iglesias hemos o estamos respondiendo a las realidades que
estamos viviendo en los últimos 20 años. En esta perspectiva lo que comparto es
para que juntos-juntas sigamos en este dialogo que nos permita avanzar en dar
respuesta a los desafíos que tenemos en nuestra realidad nacional, regional y
global, en la que es necesario dar testimonio de nuestros compromisos y esperanzas desde la fe.
Para desarrollar esta reflexión
intentare señalar algunos perspectivas del contexto que nos ubican en una
tensión, entre lo que podríamos llamar involución o avances de nuestro
compromiso de trabajo por la búsqueda de justicia y la paz a partir de las
motivaciones de la fe que aprendemos del evangelio. Después de esto compartiré
algunas palabras sobre experiencias e iniciativas donde se podrían estar
gestando un compromiso renovado de esta fe y hare preguntas, que creo nos
desafían al análisis y a la acción para seguir andando o abriendo cominos alternativos
como cristianos desde nuestra esperanza en el país, región y a nivel global.
En general, la reflexión señala
a que vimos tiempos de crisis y transición del proyecto de sociedad que se ha
impuesto, especialmente con una lógica económica de dominación que ha afectado
todos los aspectos de nuestra vida, donde está incluida la teología y la
pastoral que hemos realizado. Para encontrar cominos alternativos en esta crisis
no solo necesitamos valorar lo que hacemos sino además revisar las lógicas o
como dice Pablo las formas de pensar de este mundo que se mantienen en nosotros y no nos permiten hacer cambios en
los imaginarios y formas de vivir el compromiso cristiano de búsqueda de
justicia y paz.
Contexto y tensiones
La teología de la liberación
(TL) hizo no solo un aporte para renovar la iglesia y fortalecer el compromiso de los cristianos en la búsqueda de justicia y
construcción de la paz en nuestra región, sino además a nivel global. Ella permitió
el surgimiento de otras teologías de la liberación en otras regiones del sur y
que teólogos de norte se interesaran por ella, que ha quitado el dominio a la
teología europea que aprendimos en nuestra formación teológica.
Hay una debate sobre la forma
como se continua haciendo esta teología en América Latina, que va desde quienes
consideran ha perdido fuerza o vigencia hasta quienes dicen que se mantiene o
ha tomado otras formas con temas de actualidad. En este contexto surge la
pregunta sobre quienes son las personas o los grupos que están haciendo
teología y leyendo la biblia desde nuestra región para dar continuidad a lo que
iniciaron los y las teólogas de la liberación. Esto en razón que muchas de
estas personas tienen muchos años y otras ya ha fallecidos.
El debate sobre la vigencia de
la TL ha estado relacionado con la crisis de los socialismos reales de inicios
de la década de los años 90s que produjo una crisis de referentes utópicos en
algunos sectores de izquierda. Algunas personas consideran que esta crisis
produjo una dispersión no solo de líderes políticos sino que muchos animadores
cristianos se plegaron o regresaron a la iglesia institución, así como los
caminantes de Emaus estaban regresando a su aldea después que Jesús fue
asesinado. En este proceso de retorno la iglesia institución logro el control,
contener y anular las fuerza movilizadora de la teología de la liberación. A
quienes se encontraron con Jesús logrando encontrar nuevos sentidos para
mantener su compromiso por la búsqueda de justicia y la paz la iglesia oficial
los expulso o los mantiene relegados en la institución.
Una de las tensiones más
paradójicas de esta situación donde
algunos hablan de una crisis de la TL es que durante estos últimos 20 años
llegaron a gobernar líderes de izquierda
que militaron o tuvieron contacto con las Cebs y esta teología. Se puede
mencionar a Lula, Correa y Lugo. Se considera que ellos fueron apoyados,
participaron y tuvieron influencias de esta teología liberadora. Estos
gobiernos y otros han permitido la inclusión de las perspectivas de los pueblos
indígenas, de sectores populares y
reducir niveles de pobreza extrema pero se les cuestiona que no se han podido
desligar del modelo económico imperante a nivel global.
Otro elemento que ha contribuido
con esta tensión es la crisis económica permanente que ha vivido el sistema
imperante que se ha acentuado y hecho evidente en los últimos años. Para
resolver esta crisis en sistema ha propuesto formulas que de alguna manera han
sido asumida por las fuentes desde donde ha venido mucha de la solidaridad
económica para los sectores que buscan construir alternativas. Esto ha
significado disminución de recursos económicos solidarios y cuando se mantienen
se impone una lógica del manejo de estos con una lógica muy cercana a la de las
entidades financieras del modelo imperante.
La crisis del sistema económico
está mostrando que la lógica economicista del sistema ha logrado instalarse o
afectar todos los aspectos de nuestra vida personal, las relaciones sociales y
con la naturaleza. Desde la fe podemos hablar de una espiritualidad al servicio
del modelo económico que se trasmite por los medios de comunicación y en muchas
predicaciones en varias iglesias. Para muchos analistas sociales no es solo una
espiritualidad sino la forma como occidente ha logrado imponer una única
cosmovisión, una racionalidad o forma de pensar
y de relacionarnos. Esta es guida por la racionalidad económica
capitalista del calculo de la ganancia no solo financiera sino además política
y en todas las relaciones que tenemos entre los seres humanos y con la
naturaleza.
Desafíos y caminos por andar y construir
El contexto, las tensiones y las
experiencias de búsqueda de justicia que están germinando nos ponen el desafío
como cristianos de explorar caminos nuevos que hoy están en construcción.
Algunos de estos caminos podrían ser:
La recuperación y el dialogo con
las cosmovisiones y culturas indígenas desde una perspectiva bíblico y
teológica. Este dialogo está siendo importante para compartir formas de
relación con la trascendencia, la naturaleza y entre los seres humanos. La
cosmovisión indígena del buen vivir que ya ha sido incluido en las constituciones
de Bolivia y Ecuador, presentándose como una posibilidad de ser alternativa al
modelo económico y a la espiritualidad occidental.
Según JS Tamayo está en
germinación o creciendo un tipo de cristianismo sin iglesia institucional. Este
podría ser un cristianismo que rompe con la rigidez institucionalidad que ha
dominado a las diversas iglesias como institución. Esto significa la
recuperación de una espiritualidad o de un movimiento como el de Jesús que sea
capaz de resistir y ser alternativo a las relaciones y formas de pensar que
intenta imponer occidente a nivel global. Esta experiencia de un cristianismo
donde prima el carisma, la diversidad y las nuevas cosmovisiones sobre la
rigidez institucional y un pensamiento único se viene dando de diversas
maneras, en diferentes lugares y necesitamos visibilizarlas. Deseo resaltar algunas
experiencias donde creo que se está intentando vivir esto que les estoy
compartiendo:
El encuentro internacional sobre
espiritualidad liberadora a la luz de la liberación que se realizó en Venezuela
durante el mes de agosto de este año. Una de las conclusiones de este encuentro
afirma: “Nos unimos a todos los grupos autóctonos, movimientos populares, a las
comunidades cristianas de otras tradiciones espirituales y a nuestras hermanos
y hermanas de América que construyen desde la practica la Teología de la
Liberación, que profundicen en los elementos éticos, culturales y espirituales
del nuevo bolivarianismo para consolidar una teología pluralista e
intercultural bolivariana de la Liberación.”
Por su parte el Congreso continental de
teología de la liberación que se inició el fin de semana en Brasil ha
desbordado las expectativas en el número de participantes. Este busca unir la
teología con la vida de los pueblos del continente y más de 700 personas, están
reviviendo el nacimiento y desarrollo de la teología de la liberación,
acompañados de 7 obispos católicos y protestantes. Para esto se han congregado
las y los principales exponentes de la teología de la liberación del
continente. Este se realiza en
el marco de dos momentos históricos claves para la Iglesia: los 50 años del
Vaticano II y los 40 años de la publicación de Teología de la Liberación, de
Gustavo Gutiérrez. Entre sus
objetivos están: reunir a la comunidad teológica en el continente alrededor del
Vaticano II y la Teología latinoamericana, para discernir los nuevos desafíos
de una época marcada por profundas transformaciones y las consecuentes tareas
para una teología que se auto concibe como servicio a la Iglesia y a la
humanidad, en un mundo pluralista y globalizado.
Otra experiencia, ha sido la conferencia ecuménica
sobre nueva arquitectura financiera y económica internacional que concluyó el
pasado 6 de octubre en Brasil, la cual fue organizada por el CMI, la Comunión
de Iglesias Reformadas y el Consejo Mundial
de Misiones. Estas organizaciones representan gran parte de la familia
cristiana de tradición no católica en todo el mundo. Lo interesante de este
espacio es que reúne representantes de las iglesias del sur y del norte lo que
genera una tensión al momento de hacer un juicio desde la fe al sistema
económico y financiero que se impone a nivel global. En este encuentro se logro
producir un documento donde se afirma que necesitamos superar el sistema
capitalista y su lógica, así, como conocer nuevas cosmovisiones de otras
culturas que son más sensibles al cuidado de la naturaleza y a la solidaridad
entre los seres humanos.
Para
seguir el dialogo
Podría decir que en estas experiencias se agrupan
una amplia red de iniciativas que hoy están intentando buscar formas de superar
el sistema económico, el pensamiento único y la cultura hegemónica que busca
imponer a nivel global la modernidad-posmodernidad occidental. En estas
iniciativas se da prioridad al intercambio de la diversidad cultural y de
cosmovisiones desde donde se aprende otras formas de relación con Dios, entre
los seres humanos y con la naturaleza. Son experiencias donde hay tensiones,
conflictos e incluso ambigüedades ya que no es fácil romper o lo que dicen
algunos descolonizar nuestras mentes de una dominación que ha presentado como
la forma correcta-natural de razonar y de relacionarnos.
Antes esta búsqueda es importante la recuperación de
nuevas racionalidades y construcción de nuevos caminos donde los creyentes necesitamos
preguntarnos ¿Cuál es nuestro aporte a este proceso que está en germinación
donde se busca fortalecer el compromiso de los cristianos en la búsqueda de
justicia, el cuidado de la creación y la construcción de la paz? Y ¿Cómo dar
sentido al evangelio desde diversas cosmovisiones y culturas que ayude con la
recuperación-protección de la dignidad humana y el cuidado de la creación de
Dios?
Bogotá,
capilla de la Universidad Nacional9 de octubre de 2012