lunes, 2 de enero de 2012

SER BAUTIZADO PARA LA JUSTICIA. Mateo 3:13-17

Introducción

El evangelio de Mateo al narrar el bautismo de Jesús no solo está haciendo referencia al rito de purificación, muy común entre los judíos. Con este hecho Mateo ubica a Jesús en conexión con la memoria histórica de la liberación de su pueblo, con los movimientos de resistencia que aún se mantenían en su tiempo y con las esperanzas que tenían, sobre todo las personas más pobres del pueblo que anhelaban ser salvados y liberados por Dios del poder romano que los dominaba, oprimía y esclavizaba.

De esta forma, en este texto vemos como Mateo ubica a Jesús como una persona o un líder que participa en la historia de su pueblo; esto es que se integró en los movimientos sociales de resistencia y de búsqueda de alternativas para que se hiciera realidad la esperanza de justicia plena de Dios por medio del anuncio y la vivencia del evangelio.  

Análisis y comentario del texto

Según Schokel en este relato del Bautismo de Jesús se narra un hecho histórico con ayuda de elementos  de la apocalíptica. "De ella procede el rasgarse el cielo que hace posible la aparición del espíritu y la audición de la voz divina. De esta forma se obtiene un relato de vocación sapiencial-apocalíptica” (2006,1832). El hecho histórico es que Jesús fue bautizado por Juan. Según el historiador Josefo, Juan había enseñado a los judíos a adorar a Dios, a llevar vidas rectas y a practicar la justicia con otros, pero Herodes dio orden de que le matasen. Esto en razón que alrededor de Juan en el desierto comenzaron a reunirse grandes multitudes por causa de su predicación y Herodes se temía que su gran poder de persuasión sobre los hombres diese lugar a la rebelión. “Por lo tanto, decidió que sería mejor matarle antes de que se produjese un levantamiento. Juan fue llevado encadenado a la fortaleza de Macario y fue muerto en esa cárcel”. (Antigüedades Judías XVIII, 106). Esta referencia nos muestra algunas características del movimiento de Juan y nos ayuda a entender porque Jesús en varias ocasiones se refiere a su mensaje y acciones.

Mateo a este hecho histórico le agrega el elemento de la apocalíptica en la cual estaba soportada la esperanza de un gran sector del pueblo que esperaba la venida de un mesías y del reino de Dios. Este elemento es el que permite al cielo abrirse y que la presencia del Espíritu de Dios sea puesta en Jesús como el que hará posible esta esperanza. El texto nos ayuda a entender cuál es esta esperanza. En el dialogo que los dos tienen sobre quien debía ser bautizado Jesús, le dice a Juan “Ahora haz lo que te digo pues de este modo conviene que realicemos la justicia plena (3:15. La biblia del Pueblo de Dios). Otras versiones de la biblia dicen conviene que hagamos lo que es justo o lo que Dios desea.

Según Schokel en las palabras de Jesús a Juan que acalla la resistencia a Bautizarlo es que necesitamos encontrar el sentido profundo de este episodio en Mateo. Schokel explica este sentido de la siguiente manera: “El evangelista adelanta así uno de los temas fundamentales que, junto con el reinado de Dios, va a desarrollar a lo largo de todo su evangelio. La justicia de Dios no es otra cosa sino su voluntad de salvación gratuita ofrecida a todos sin discriminación, es esta justicia la que Jesús llevara a su plenitud en cada palabra y en cada gesto de solidaridad y de perdón con que acoger a los pobres, a los oprimidos” (2006. 1832).

De esta forma podemos entender que el bautismo de Jesús no es solo un rito sino que es una manifestación de un compromiso público donde Él está dispuesto a seguir anunciando y haciendo realidad la justicia plena de Dios para toda la humanidad pero especialmente para los más pobres y quienes sufren violencia y exclusión.           

Actualización

Hoy necesitamos repensar que significa ser bautizado ya que la tradición cristiana ha hecho énfasis en el rito del bautismo como un testimonio de vinculación con la iglesia y ha olvidado el sentido de esperanza y el compromiso con la realización plena de la justicia de Dios en el mundo. Por esta razón necesitamos recuperar esto que hemos olvidado para darle a nuestra vinculación a la iglesia el mismo sentido del bautismo de Jesús.

En esta perspectiva ser bautizados significa el testimonio público que estamos dispuestos a seguir a Jesús como parte de una comunidad de fe que se vincula a los movimientos sociales que buscan justicia para hacer posible la paz por medios no violentos en nuestro mundo. El Bautismo, así entendido deja de ser solo rito y se convierte en testimonio permanente de vida, esperanza y compromiso para anunciar el Evangelio de Paz a quienes sufren violencia, pobreza, discriminación y exclusión en nuestras sociedades.

Milton Mejía.
Teólogo presbiteriano, magister en estudios teológicos y cursos especializados en derechos humanos, enseña en el área de iglesia y sociedad en la CUR en Barranquilla, Colombia.

Referencia bibliográfica: Schokel, Luis Alonso (2006). La Biblia de nuestro pueblo. Ediciones Mensajero. Bilbao. España.

Publicado en: Meditaciones Bíblicas sobre ciclo de navidad: adviento-navidad-epifanía 2011-2012.