domingo, 23 de diciembre de 2012

SALUDOS DE NAVIDAD 2012


La esperanza de la navidad traiga mucha felicidad en el año nuevo y en los nuevos tiempos que anuncian nuestros pueblos.

Les desea
Adelaida, Iván, Andrés y Milton

viernes, 21 de diciembre de 2012

DIOS CON NOSOTROS EN TIEMPOS DE CRISIS GLOBAL

Texto bíblico. Isaías 7:1-25

Por. Milton Mejía, profesor de teología de la Universidad Reformada y coordinador del Programas FEES del CLAI.

El Pretexto. Introducción

La crisis económica que viven los países del norte, que tradicionalmente han disfrutado los beneficios del modelo económico, que se ha impuesto a nivel global en los últimos siglos, está produciendo una reorganización de los poderes de este mundo. En esta lucha por el control económico global hay tensiones, que se ven reflejadas en la disputa sobre qué país o grupos económicos logran tener más poder militar y en cómo hacen acuerdos entre algunos de ellos para mantener sus privilegios.

Algunos países que se hacen llamar de economías emergentes entran en esta disputa con la lógica de unirse a los más poderosos para de acumular poder económico y militar que les permita dominar a otros. La pregunta es ¿Si con esta forma de pensar se solucionaran los problemas de violencia, pobreza y exclusión que han vivido la mayoría de los pueblos, lo cual se agrava hoy con la crisis ambiental y ecológica que afecta con más rigor a la humanidad? En la siguiente reflexión bíblica busco responder a esta pregunta en el contexto de adviento y navidad que estamos viviendo.     

El Texto. Desarrollo

Isaías 7 se ubica en un contexto de guerras. Al inicio de este capítulo Damasco y Samaría quieren obligar al rey de Judá a aliarse con ellos para atacar unidos a Asiria. El profeta Isaías no está de acuerdo en que Judá se involucre en esta guerra pero el rey decide pedir ayuda a los asirios ya que los ve con más poder militar. El costo de esta ayuda es que Judá es sometida a una dura dominación y vasallaje y años después se produce la destrucción de Samaria, su pueblo hermano (Schokel).

Al final del capítulo 7 en los versículos 18 al 26 se mantiene la guerra con nuevos actores. Aquí ya no son los mismos de los primeros versículos sino que han entrado en ella Egipto y el reino del sur (Judá). En este contexto de guerra se nota la forma de pensar y actuar entre los reyes que gobiernan y el profeta Isaías. En los reyes se impone el cálculo de estar al lado de quien tiene más poder político y militar para estar con mejor protección. Por su parte el profeta anuncia que es mejor confiar en la protección de Dios y no participar de la guerra. Los reyes que gobiernan se prefieren confiar en el poder militar y se involucran en una guerra que produce su destrucción y la de sus pueblos hermanos.

Ante esta situación el profeta introduce un símbolo que rompe con la forma de pensar y de actuar de los poderosos. Anuncia que nacerá un niño que tendrá por nombre Emanuel, que significa Dios con nosotros (7:14). ¿Qué significaba para el profeta y para nosotros como iglesias hoy que, en un contexto de lucha de poderes económico y militar, la esperanza se anuncie con el nacimiento de un bebe que significa la presencia de Dios con nosotros?     

Para el profeta significó que Dios ofrece y mantiene la protección de su pueblo, pero no está de acuerdo con la lógica y la forma de pensar de poner la confianza en el poder y las alianzas entre los poderosos para mantener el control político, militar y económico del mundo. El texto deja ver que esta forma de actuar donde se impone la lógica del poder trae destrucción de los mismos poderosos y de los pueblos que gobiernan. En esta situación Dios mantiene su promesa de protección y la esperanza de un nuevo día (7:23-25) al pueblo que no tiene poder por medio de un bebe recién nacido que significa Dios con nosotros. 

El Contexto. Actualización

De la relectura de este texto a partir de la vida de Jesús surge la navidad que celebramos las iglesias en los últimos siglos. Mateo 1:23 da testimonio de la realización del anuncio del profeta cuando dice que María está embaraza, y “dará a luz un hijo que se llamara Emanuel –que significa: Dios con nosotros”. Los evangelios anuncian que Jesús es ese niño que nace para hacer realidad la esperanza de un nuevo día donde los seres humanos en nuestras relaciones no son guiamos por la lógica del poder para tener control sobre otros sino que nuestras relaciones están guiadas por el servicio, la solidaridad, la compasión y el amor.

Tradicionalmente hemos interpretados que la esperanza del profeta y su realización en la vida de Jesús es para las relaciones entre personas. Hoy tenemos el desafío de anunciar que esta esperanza se da también e incluye las relaciones políticas y económicas del mundo global en que vivimos. En esta perspectiva como iglesias necesitamos empezar a anunciar que la esperanza de un nuevo día no saldrá desde la lógica y la forma de actuar de los poderosos que gobiernan el mundo. Estos para mantener sus privilegios lo que hacen es incrementar la pobreza, producen guerras y continúan destruyendo la creación de Dios.

Las iglesias en este tiempo de adviento y navidad necesitamos anunciar que Dios sigue llegando a nosotros a través de un niño, lo cual significa que Dios está con nosotros en todas aquellas expresiones comunitarias y sociales que están construyendo un nuevo día desde las relaciones solidarias, la defensa de la dignidad humana, la protección de la creación, el amor, la compasión y la reconciliación sin el uso y el abuso del poder.

El anuncio y el trabajo para que este tipo de relaciones sean aplicadas en la vida personal, comunitaria y en la reorganización de los organismos políticos y económicos a nivel global es la forma como las iglesias podemos mantener vigente el anuncio de la navidad, esto es de la presencia de Dios con nosotros.   

Barranquilla, diciembre de 2012.