viernes, 20 de febrero de 2009

Vivir el Evangelio en Comunidad

Comunidad por la Paz, la Justicia y el Cuidado de la Creación

Entre los días 15 al 18 de febrero tuve la experiencia de participar en un encuentro que fue realizado en Stony Point, NY donde nos encontramos cerca de 50 personas de diferentes iglesias cristianas de los Estados Unidos cuyo objetivo fue avanzar en la creación de una comunidad intencional que trabaje por la paz, la justicia, la no-violencia y el cuidado de la creación.

El encuentro fue parte de un proceso que este grupo de creyentes viene construyendo desde hace varios años con el objetivo de dar un testimonio más fuerte y constante en la forma como los cristianos podemos vivir en comunidad y hacer un aporte en la búsqueda de la paz y la justicia en el mundo. Este encuentro tuvo el objetivo de hacer los primeros acuerdos de lo debe ser esta comunidad. Para lograr este objetivo los participantes nos involucramos en proceso de discernimiento espiritual que incluyo la reflexión personal, tiempos de oración y dialogo de los temas que consideramos son centrales en la vida de una comunidad que tiene un compromiso intencional en el trabajo por la justicia y la paz.

El grupo se definió como una comunidad de la siguiente manera: “Nosotros somos una comunidad cristiana en formación que está respondiendo al llamado de Dios y fortaleciendo nuestra relación con Dios y unos a otros. Buscamos juntos discernir el llamado de Dios en nuestras vidas para ayudarnos unos a otros como seguidores de Jesús, guiados y animados por el espíritu para vivir audazmente a este llamado. Nuestro amor a Dios nos guía a crear una comunidad que permanece y trabaja por la paz, la justicia, la no-violencia y el cuidado de la creación de Dios. Nosotros abrazamos nuestra interdependiente comunidad emergente la cual incluye a quienes viven y sirven en Stony Point y a quienes sirven en cualquier lugar del mundo.”

Esta comunidad estará guidas por algunos principios centrales como la creatividad, la no-violencia, el balance y la celebración. Sus acciones y compromisos serán: reducir el daño ecológica y trabajar por el cuidado de la creación; construirse y nutrirse en comunidad; participar en campañas y acciones directas de solidaridad; mantener la vida espiritual y el discipulado; caminar, servir, acompañar y empoderarse mutuamente junto con los pobres; trabajar en la autorrealización y la simplicidad; romper barreras que impiden la diversidad, la inclusividad y la conexión; retirar soporte a estructuras e instituciones violentas y cultivar alternativas no violentas; la salud integral y el compartir riquezas y recursos.

Después de definir este marco básico de identidad acordamos seguir trabajando en la búsqueda del nombre de esta comunidad, una forma de funcionamiento que responda a los objetivos que se definieron, acciones para trabajar por la justicia y la paz, formas de compartir recursos y futuros encuentros de los participantes que están dispersos pero que se mantienen en relación y siendo comunidad con el grupo local que vive y trabaja en Stony Point.

Participar de esta experiencia me hace valorar y sentir que está creciendo en el mundo la búsqueda que están haciendo muchas personas creyentes para sentirse parte de una comunidad que tiene un compromiso en la búsqueda de la justicia, la paz y la urgencia de cuidar la creación de Dios. Creo que de esta forma como personas y en comunidad reconocemos que es urgente romper con una cultura profundamente individualista y buscar alternativas a la vivencia de la fe cuando muchas iglesias solo ofrecen un espacio de culto semanal sin mucha relación con la vida y los problemas cotidianos de las personas, de las comunidades y del mundo en que vivimos.

Doy gracias a Dios por esta experiencia ya que siento que el espíritu de Dios continua actuando en nosotros y en muchas personas para permitir que las buenas nuevas del evangelio se vivan como lo hicieron las primeras comunidades cristianas. Esta forma de vivir el evangelio nos nace buscar la vivencia de la fe en comunidad donde desde lo personal, en las relaciones comunitarias y con conexión con otras personas y comunidades en el mundo empezamos a vivir los valores del evangelio que nos permitan ser fermento y tener la esperanza de un mundo justo, donde haya paz entre los seres humanos y con la creación.

Milton Mejía

sábado, 7 de febrero de 2009

Sobre las Liberaciones de esta semana

Por más acciones humanitarias y una propuesta ciudadana por la paz

Desde el domingo primero de febrero los medios de comunicación de Colombia e internacionales nos mostraron todos los obstáculos que tuvo que superar la misión humanitaria de ciudadanos por la paz liderada por Piedad Córdoba para hacer posible que seis personas que estaban sufriendo el infierno del secuestro hoy estén disfrutando de la libertad que les permitió la alegría de estar de nuevo con su familia.

Al ver la felicidad del reencuentro de los liberados con su familia y participar de la alegría de la liberación no podemos olvidar las otras personas que aun están en la selva de Colombia pero creo que dadas las dificultades que tuvo que superar la misión humanitaria para lograr que estas seis personas estén hoy libres me hace pensar que los colombianos necesitamos cultivar y fortalecer un espíritu más humanitario para que todos los secuestrados regresen a sus familias y tengamos la esperanza que en nuestro país pronto habrá paz.

Este sentimiento me surge como cristiano y creyente sobre todo al leer la oración que el presidente de los colombianos hizo a la Virgen de los Remedios el domingo primero de febrero, día en que casi se frustra la liberación de las primeras cuatro personas. De toda la oración me llamó la atención la siguiente petición del presidente a la Virgen: “Reconozco que soy un ser en llamas y le pido a ella que regule un poquito esas llamas, que las apacigüe”

Creo que esta petición del presidente de los colombianos a la virgen nos muestra un poco el estado de ánimo y el ambiente del país para tener esperanzas de futuras acciones humanitarias que permitan la liberación de otras personas que están en poder la FARC. Este ambiente se deja ver también en las columnas de opinión donde se apoya la política de presidente y al analizar lo que puede hacer la FARC ven muy difícil que haya más liberaciones. Otros con una gran dosis de esperanza insisten que este puede ser el inicio de un acuerdo humanitario y de diálogos de paz.

Mi preocupación como creyente es que si la virgen no escucha la petición del presidente no solo estamos corriendo el riesgo que no se apacigüen las llamas que consumen el ser del presidente sino que la vida de los otros secuestrados se continúe consumiendo en la selva y los colombianos nos sigamos consumiendo en la guerra que hemos vivido por muchos años. La petición del presidente como bueno católico es muy diciente ya que según la biblia cuando una persona vive en llamas que arden de manera permanente es un símbolo para explicar el infierno, que es el mayor castigo que Dios puede dar a un ser humano (Mateo 25:41).

Creo por la tanto que esta petición del presidente a la virgen debería alertarnos a los cristianos de todas las iglesias del infierno que posiblemente esté viviendo el presidente y animarnos para que además de la petición del presidente a la virgen también nosotros oremos a nuestro Dios de Paz para que no solo apacigüe las llamas sino las opaque y le dé un espíritu mas humanitario y de paz. Con esto además de calmar el dolor que producen las llamas que queman el ser del presidente estaríamos contribuyendo para que se den posibilidades de nuevos acuerdos humanitarios y tener algunas esperanzas de paz.

Creo que esta sería una oración llena de profundo sentimiento humanitario para contribuir con la esperanza de paz en Colombia. Los cristianos no debemos tener temor en promover y realizar acciones humanitarias. La biblia está llena de acciones humanitarias. En el antiguo testamento encontramos leyes humanitarias y encontramos al Goel que tenía el deber humanitario de proteger la vida y liberar a quienes Caían en desgracias o eran esclavizados. En el nuevo testamento Jesús afirma lo humanitario ante la ley cuando le dice a los fariseos que si en el día sábado una oveja cae a un pozo y la rescatan, cuanto más se hará bien a un ser humano si es para salvarle la vida al caer en desgracias el sábado(Mateo 12:9-13). El sábado que era una institución humanitaria para garantizar la vida y el descanso de los seres humanos los fariseos la habían convertido en una ley sin sentido de humanidad que no permitía hacer bien a quienes tenían amenazadas sus vidas.

La política de seguridad democrática, que ha sido la principal bandera del presidente y las razones que tienen la FARC para mantenerse en guerra no puede restringir las acciones humanitarias y de búsqueda de paz de los ciudadanos. Durante esta semana se ha demostrado que los ciudadanos podemos proponer y liderar acciones humanitarias y de paz así se opongan quienes se empeñan en mantenerse en guerra.

Por esta razón, creo que es importante que fortalezcamos el movimiento de ciudadanos por la paz para que siga promoviendo acciones humanitarias y la búsqueda de una salida no militar al conflicto que vivimos los colombianos. La petición del presidente a la virgen nos muestra que los líderes de esta confrontación tienen sus vidas en llamas y esto les impide ser sensible a lo humanitario y buscar la superación del conflicto por medio no violentos.

No podemos permitir que las llamas que consumen las vidas de los líderes de la guerra nos continúen condenando a todos los colombianos a seguir sufriendo su infierno. Es tiempo que los ciudadanos amantes de la vida, de la justicia y de la paz actuemos como sujetos colectivos por salidas humanitarias y de paz. Esto es, poner lo humanitario en primer lugar para atender, hacer justicia y reparar a las víctimas del conflicto y para construir una propuesta de paz que tenga como soporte la justicia y la protección de los derechos humanos.

Milton Mejía