viernes, 31 de julio de 2009

Jesús Enseña a Compartir, Marcos 6:30-45

Cuando leí el texto bíblico de Marcos 6 del leccionario para preparar la predicación no pude evitar que a mi mente llegaran dos noticas que me sorprendieron e indignaron en los últimos días. Varios noticieros mostraron que los campesinos productores de leche en Antioquia tenían que votar esta ya que las empresas procesadoras no se la estaban comprando. Uno de los noticieros inmediatamente mostro la noticia que un niño indígena murió por desnutrición y alerto que además hay un grupo de niños en peligro de morir por la misma situación. Estas noticias inmediatamente hicieron que me preguntara ¿cómo es posible que campesinos tengan que votar leche mientras niños se mueren de desnutrición y hambre?

Parece que muchas personas se hicieron esta pregunta y los noticieros entrevistaron a varias para preguntarles sobre lo que estaba sucediendo. Una de las personas entrevistados fue un campesino quien dijo tenían que votar la lecha ya que si la regalaban nadie se la compraría. Creo que el texto bíblico de hoy puede decirnos algo sobre un hecho como este para ayudarnos a las iglesias a entender mejor cuál es la misión que tenemos en una sociedad que tiene que votar la comida mientras niños se mueren de hambre. Veamos lo que dice el texto bíblico.

Marcos nos muestra una multitud que sigue Jesús. Según Marcos Jesús siente lastima o compasión por la gente y los ve como ovejas sin pastor. Los exegetas no han podido ponerse de acuerdo como traducir esta palabra griega ya que ni lastima ni compasión recogen lo que esta significa. Lo que Jesús siente le hace ver el dolor y el sufrimiento de la gente pero no pude quedarse sin hacer nada ante el dolor y el sufrimiento. Lo que Jesús siento lo obliga a actuar y a hacer algo por la gente para que ellos resuelvan su situación de manera permanente.

De acuerdo con esto Jesús inmediatamente empieza a enseñarles muchas cosas. Marcos no nos dice que la enseño Jesús a la gente pero dice nos dice que la gente se quedo con El hasta muy tarde y los discípulos preocupados por esto le dicen a Jesús que despida a la gente para que vayan a los pueblos vecinos a comprar comida. Jesús sorprende a los discípulos y les dice “Denle ustedes de Comer”. Ante esta orden los discípulos responden: “tendríamos que comprar pan por doscientos denarios para darles de comer”. Lo primero que tenemos que resaltar es que Jesús no solo enseña sino que también ve que la gente tiene hambre y pide a los discípulos que le den de comer.

Creo que los discípulos estaban muy emocionados viendo a Jesús enseñarle a la gente pero cuando Jesús les dice que les den de comer, ellos actúan de acuerdo a la lógica económica del tiempo de Jesús la cual no ha cambiado mucho en nuestros días. Esta lógica es que la mayoría por no decir todas nuestras necesidades y problemas se resuelven con dinero para poder comprar. Ustedes que piensan, ¿es nuestra lógica igual a la de los discípulos? Muchos de nuestros planes o deseos de ayudar se quedan solo en bueno planes o buenas intenciones cuando nos damos cuenta que no tenemos dinero para poder comprar.

Les invito para que veamos como Jesús nos muestra que es posible cambiar esta lógica. Este relato está en los cuatro evangelios y que marcos los tiene dos veces es conocido muy comúnmente como la multiplicación de los panes y los peces pero leamos el texto y en ninguno se dice que Jesús hizo una multiplicación de panes y peces. La idea de la multiplicación ha sido la interpretación que le han dado muchos cuando leen este texto de acuerdo con la lógica de nuestro sistema económico que tiene como uno de sus principios la multiplicación. Nuestra económica tiene como principio fundamental la multiplicación del dinero o dicho de otra forma de las ganancias.

Para multiplicar el dinero la economía ha usado una gran cantidad de formas con las cuales destruye al ser humano y está destruyendo la creación de Dios. La noticia de esta semana es una pequeña muestra de cómo funciona la economía. El problema no es la falta de alimentos y la economía nunca piensa en cómo dar de comer o compartir con la gente. Nuestra economía solo piensa en cómo incrementar o multiplicar las ganancias y para multiplicar la ganancias tienen que pagar menos a los trabajadores, está destruyendo la naturaleza y en los últimos años ha usado la especulación y el cobro de intereses sobre intereses.

La crisis económica mundial es una muestra que esta economía no puede seguir actuando de la misma manera ya que en su afán de multiplicar las ganancias se llego a un punto que el valor contable o financiero de las cosas no coincidía con su valor real. Les doy un ejemplo para que entiendan mejor. El banco le presta a una persona 50 millones para comprar una casa. Esta persona no puede pagar y a su deuda le empiezan a cobrar intereses sobre intereses. Al poco tiempo la persona debe 70 u 80 millones que el sistema financiero registra como ganancias pero que como la persona no podrá pagar el banco solo podrán quitar la casa cuyo valor no es el mismo de la deuda.

Jesús nos muestra otro camino. Jesús no pregunta cuánto dinero tenemos o cuánto dinero tiene la gente. Jesús pregunta ¿cuántos panes tienen? Jesús rompe con la lógica que todo se resuelve con el dinero y recupera la lógica del valor real de lo que tenemos. Para Jesús importa el pan que tenemos y pide a los discípulos que averigüen esto. Y los discípulos encuentran que hay cinco panes y dos peces. Algunos comentaristas suman y dicen que 5 más 2 es siete lo cual significa totalidad y que lo que hay alcanza para todos.

La suman que hacen algunos para hacernos pensar en el símbolo no pueden hacernos perder de vista lo que Jesús hace. En primer lugar organiza a la gente, después bendice los panes y los peces, luego los parte y los da a los discípulos para que estos sirvieran y los repartieran a toda la gente. Organizar a la gente, dar gracias a Dios, partir, servir y repartir produce el milagro que haya suficiente para que todos queden satisfechos. Jesús hace un milagro ya que nuestra sociedad tiene una lógica que no permite a la gente que se organice, que sea agradecida, que parta y comparta. La lógica de nuestra sociedad es que cada cual sobreviva como pueda, esto genera egoísmo, competencia y que acumulemos dinero para asegurar nuestro futuro y el de nuestra familia. Cuando rompemos con la lógica como funciona nuestra sociedad podemos hacer milagros.

Como iglesias estamos llamados no solamente a enseñar la palabra a un pueblo que anda como oveja sin pastor, también estamos llamados a participar o apoyar para que la gente se organice y logre romper con la lógica de nuestra sociedad donde solo el dinero resuelve nuestras necesidades. La Iglesia necesita dar ejemplo y enseñar a la gente que es posible partir, repartir o compartir. Si logramos esto no veremos más noticias como las de esta semana que mientras unos votan alimentos niños mueren de hambre. Si aceptamos el llamado de Jesús haremos milagros con lo que tenemos.

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