sábado, 22 de agosto de 2009

Verdadera Vida en Jesús. Jn. 6:35-59.

Los seres humanos siempre estamos en la búsqueda de darle sentido a nuestra vida. De acuerdo al sentido que le demos a nuestra vida así vamos a vivir. Cuando ponemos nuestra vida en función del dinero por ejemplo vamos a tratar de conseguir este de cualquier manera. Cuando no damos a nuestra vida ningún sentido podemos vivir como lo hace un animal, una planta o nos volvemos personas aburridas e infelices que generamos solo conflictos y no podemos vivir en comunidad.

¿Cómo hacer para dar un buen sentido a nuestra vida? ¿Cuál es la fuente o el modelo de una vida con sentido? Creo que el texto bíblico de hoy nos ayuda a responder estas preguntas. Miremos las razones por las cuales les digo esto.

En primer lugar Jesús se presenta como el pan de vida y dice: “el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (v. 35). Si leemos el texto con cuidado nos damos cuenta que Jesús está hablando de venir a él y de creer en él pero los judíos que lo escuchan interpretan estas palabras de otra manera y empiezan a murmurar de Jesús. Miren como cambian la frase principal de Jesús para justificar la murmuración. Según ellos Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida que descendió del cielo” (v. 41).

Creo que aun nosotros hoy podríamos justificar está murmuración. Porque realmente como alguien pude descender del cielo y ser pan de vida y más si quien lo dice es conocido por nosotros, conocemos a su familia y lo hemos visto crecer. Ante esta murmuración Jesús tiene que explicar lo que él realmente está queriendo decir.

Jesús retoma el sentido de sus palabras y explica que nadie viene a él si no es el padre quien lo trae (44). Según Jesús en el versículo 45 se viene a él cuando somos enseñados por la palabra de Dios, esto es oyendo y aprendiendo la palabra de Dios podemos venir a él. De esta forma quienes vienen de Dios son quienes oyen y aprenden la palabra de Dios. Jesús mismo es el ejemplo de esto y por eso dice que él viene de Dios.

Pero Jesús afirma en el versículo 46 es necesario tener fe o creer para tener vida eterna. No se queda solo en que es necesario oír y aprender la palabra de Dios. Jesús dice que es necesario creer en él para tener vida eterna y afirma de nuevo que él es el pan de vida (48). Creo que es importante esto ya que que podemos pasar toda la vida oyendo y aprendiendo la palabra de Dios pero esto no es creer en Dios y por lo tanto nuestra vida no tendrá el sentido que Dios desea para ella.

La expresión pan de vida es importante ya que en ella se encuentra el centro de lo que Jesús desea trasmitir y por lo tanto nos muestra que es tener fe o creer en Dios. Cuando los judíos hablaban de pan de vida a su mente llegan los recuerdos del éxodo cuando Dios les dio pan del cielo en el desierto. Recordemos que en esta experiencia se da también una murmuración contra Dios donde el pueblo cuestiona a Moisés diciendo que Dios los había sacado de Egipto para dejarlos morir en el desierto. En este contexto es donde pan de vida adquiere significado para los judíos y por eso ellos ponen el énfasis en como Jesús siendo pan de vida puede descender del cielo.

Pero Jesús les dice a los judíos que vuestros padres comieron maná en el desierto y murieron. El maná como símbolo de pan de vida es importante para los judíos pero Jesús les propone otra cosa. Jesús introduce algo que no había dicho antes. Esto es se presenta como el pan vivo que es necesario comer para vivir para siempre (51). Nosotros tenemos que comer del pan vivo que desciende del cielo. Pero como entender esto para no hacernos la pregunta de los judíos sobre cómo podemos comer la carne de Jesús.

El evangelio de Juan está lleno de símbolos y este es uno de los más importantes. En este símbolo Juan está hablando de la santa cena y está tratando de explicar lo que significa esta para afirmar el compromiso con Dios. Desde el inicio del cristianismo se empezó dar diversas interpretaciones a la santa cena que se han extendido hasta nuestros días. Algunas iglesias como la católica interpretan esta como un milagro donde el pan y el vino se convierten en la carne y la sangre de Jesús. Otras dicen que el pan y el vino son solo un símbolo de la carne y la sangre de Jesús. Nosotros los reformados decimos que el pan y el vino son símbolos pero que en ellos está presente Jesús.

Creo que otra forma de interpretar el texto es entender que Juan nos está diciendo que así como nuestra fuente de vida está en la comida y en la bebida de la misma manera la única forma de tener una vida con un sentido verdadero está en Jesús. Nuestra vida y una buena salud dependen de lo que comemos. La persona que no come muere o si no comemos de manera adecuado vamos a enfermar. Según Juan la única forma de tener una vida con verdadero sentido es comiendo la carne y la sangre de Jesús. Esto es un símbolo para decir que necesitamos que Jesús se haga parte de nuestra vida o de nuestro cuerpo así como necesitamos de buenos alimentos y bebidas para poder vivir bien.

Juan está tratando de romper con toda idea espiritual de entender el compromiso con Jesús. Para Juan se trata que así como la comida se incorpora nuestra sangre y a nuestro cuerpo y lo mejor de ella se hace parte de nosotros lo cual nos permite vivir y tener buena salud, de la misma manera oír, aprender y creer en Dios y su palabra debe ser parte de nosotros. Esto es lo que da un verdadero sentido a nuestra vida que nos permite vivir para siempre o como también dice el texto tener vida eterna.

En esta explicación tenemos la respuesta a las preguntas que hicimos al comienzo. ¿Cómo hacer para dar un buen sentido a nuestra vida? ¿Cuál es la fuente o el modelo de una vida con sentido? La fuente de un buen sentido y el modelo de una vida con sentido esta en Jesús. Necesitamos incorporar a Jesús en nuestras vidas. Cuando entendamos esto podremos decir como muchos escritores bíblicos que afirmaron que ya no eran ellos sino que ahora Cristo vivía en ellos.

Hermanos comer la carne y la sangre de Jesús no es algo que nos convierte en comedores de carne humana como lo pensaron los judíos, tampoco es algo espiritual como la han interpretado muchos. Comer la carne y beber la sangre de Jesús es hacer que Jesús se convierta en fuente y modelo de nuestra vida hasta el punto que podamos decir ya no soy yo sino Jesús que se ha encarnado en mi o en otras palabras Jesús es parte de toda vida incluyendo mi cuerpo, mi mente, mi sangre y todo lo que digo pienso y hago. Mi invitación es para que dejemos que Jesús se haga parte de nuestra vida y de esta manera podamos tener una vida plena y con un sentido verdadero.

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