jueves, 7 de agosto de 2008

En el Camino con Jesús Resucitado

En el Camino con Jesús Resucitado
Lucas 24:13-35

Este hermoso texto bíblico es uno de los que me ha ayudado a entender como Dios nos habla y nos llama de manera permanente para descubrir donde y con quien debemos trabajar para mantenernos fieles a su palabra y a sus planes.

El Jesús que fue crucificado y ha resucitado está en el camino con dos de sus discípulos, sin que ellos lo reconozcan. Jesús está enseñándoles a entender lo que fue su propia muerte a la luz de lo que dijeron los profetas y de lo que decían las escrituras.

Este dialogo de Jesús con sus discípulos me recuerda una conversación que tuve hace algunos años con Iván Cepeda, uno de los mas fuertes lideres del Movimiento de Victimas en Colombia que está trabajando para que se conozca la verdad sobre todos los crímenes que se han cometido contra millones de colombianos, haya justicia, reparación para las victimas y buscar mecanismos para que este horror no se repita nunca mas.

Iván Cepeda se estaba recuperando del terrible dolor del asesinato por grupos paramilitares de su padre quien fue senador de unos de los partidos de oposición en Colombia. Iván había estado fuera de Colombia con toda su familia ya que habían sido amenazados para que no exigieran justicia.

Recuerdo que ese dialogo se realizo en una cafetería en Bogota y entre las cosas que me Iván dijo recuerdo con mucha claridad lo siguiente: “Es imperativo transformar el sistema que produce el genocidio, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales, la tortura, el secuestro, el desplazamiento forzado. Los derechos humanos son la vía más universal para construir ese ideal de convivencia justa: la democracia.”

Iván como Jesús había pasado por la experiencia de la muerte y creo que en aquel dialogo él me estaba hablando como el Jesús resucitado sin que yo me diera cuenta ya que él es una de las personas que me ha ayudad a entender que los cristianos tenemos que ayudar para aliviar el dolor de los que sufren con ayuda humanitaria y social pero que esto no es suficiente para hacer realidad el mensaje de Jesús.

En el texto bíblico cuando Jesús se sienta a la mesa y comparte el pan es cuando a los discípulos se le abren los ojos y lo reconocen. El símbolo de sentarse a la mesa y compartir el pan que celebramos hoy es más que un proyecto de asistencia y de ayuda social y humanitaria para los más pobres, para lo que sufren injusticias y violencia en nuestro mundo.

La eucaristía que celebramos hoy es símbolo de la forma como Dios desea que vivamos en el presente y en el futuro los seres humanos. Pan, alimentos y bebidas abundantes para todos. Alegría y fiesta para que como humanos podemos vivir de manera digna. Paz y democracia como fruto de la justicia.

La experiencia de muerte y de resurrección de Iván Cepeda no es la única en Colombia. El padre de Iván fue el último senador asesinado de la Unión Patriótica, partido político al que han exterminado asesinando a más de 5 mil de sus líderes y militantes. En Colombia en los últimos años han sido asesinadas más de 20 mil personas que han sido enterradas en sepulturas clandestinas y han sido desplazados de forma violenta más de 4 millones de personas para robarles sus tierras.

La experiencia de la crucifixión de Jesús por el poder de los romanos y de los judíos pero resucitado por Dios que nos cuenta el texto bíblico nos ayuda a entender que Dios nos habla en el camino cuando nos dejamos que las victimas de violencia y de la pobreza compartan su dolor, nos cuentes sus sueños y sus esperanzas.

Así como hoy al celebrar la eucaristía recordamos que Jesús fue crucificado pero que Dios lo resucito para que en el camino nos recuerde que su proyecto de mesa y pan compartido es una esperanza. Así también les invito a mantener en sus oraciones al pueblo colombiano y a trabajar desde los Estados Unidos para que en mi país haya justicia y paz.

Ustedes adema de orar pueden pedir a su congreso que no autorice más ayuda militar ni ratifique el tratado de libre comercio con Colombia ya que esto aumentara la violencia y la pobreza en mi país y con estas peticiones ustedes se unirán a millones de colombianos y a miles de ciudadanos de Estados Unidos que estamos trabajando por el proyecto del Jesús resucitado que compartió en el camino con sus seguidores.

Este proyecto de mesa y pan compartido nos garantiza que no haya mas crucificado, que no haya mas personas asesinadas, desaparecidas, desplazadas por trabajar para hacer realidad una nueva sociedad donde podamos vivir con justicia y democracia verdadera como fruto de la justicia.

Celebremos hoy la eucaristía con fe, alegría, esperanza y con compromiso con nuestro Dios.

Milton Mejía
Predicación en Northminster Presbyterian Church
Chicago. Abril 6, 2008

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